Palacio Legislativo 24-VI-2010 (Notilegis).- El presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Mario Alberto Becerra Pocoroba (PAN), dijo que la guerra sucia que se ha desatado entre partidos políticos por los próximos comicios electorales del 4 de julio en nada beneficia al país y distrae a los legisladores quienes “deberíamos estar inmiscuidos en las reformas”.

“Las cuestiones políticas en nada benefician al país y ciertamente es lo que ahora ocupa el tiempo de los legisladores que formamos parte de la Comisión Permanente, debiendo estar más bien inmiscuidos en las posibles reformas que se platicaron en la Junta de Coordinación Política con la finalidad de que las comisiones dictamináramos para poder presentarlo en un periodo extraordinario”, precisó.

Entrevistado en el Recinto Legislativo, advirtió que de no lograr dictaminar antes del 8 de septiembre la reforma fiscal no tendría sentido realizar trabajo alguno, ya que estará fuera de contexto que llegue un nuevo paquete bajo la premisa de la posibilidad de una nueva reforma, por lo que insistió que esos trabajos tendrían que realizarse en un extraordinario.

“El grupo de trabajo conformado por la Junta de Coordinación Política no ha tenido ninguna reunión, ayer conminé a quien preside el grupo para que nos convoquen con la finalidad de poder continuar los trabajos que nos habían encomendado para tratar de lograr que antes del 8 de septiembre pudiera estar dictaminada tanto en la Comisión de Hacienda como en la de Presupuesto la reforma”, informó.

En su opinión personal señaló que “siendo realistas y viendo cómo se están comportando los tiempos no lo veo imposible aunque ya ha transcurrido todo el mes de mayo, ha transcurrido prácticamente todo el mes de junio y no hemos logrado reunirnos”.

Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que al no lograrse concretar una reforma fiscal se diluya la posibilidad de una recuperación económica para el país, el legislador manifestó que las finanzas hoy por hoy están siendo más solidas, lo que significa que si se ve en perspectiva y en proyección hacia 2011, nuestro país no requiera una reforma fiscal, pero ello no significa que no volvamos más adelante tener la necesidad de ella.

ALR