Palacio Legislativo 15-IX-2010 (Notilegis).- Al fijar el posicionamiento de Nueva Alianza en la sesión solemne por el Bicentenario de la Independencia, el senador Rafael Ochoa Guzmán, dijo que la conmemoración de los 200 años del inicio de Independencia representa para México una oportunidad única de someter nuestro presente a un ejercicio de reflexión riguroso sobre el país que heredamos, el que hemos construido en las últimas décadas y el que dejaremos en las próximas generaciones.
Refirió que la cita de 2010 aparecía como el momento de la gran reforma de una República que, para garantizar la viabilidad del país, demandaba una transformación de gran calado, sin embargo, la polarización y el dogmatismo, el espíritu de secta y la soberbia, impidieron concretar un programa de conmemoraciones digno de nuestra historia y atento a las demandas más sentidas de la sociedad.
“Llegamos a esta fecha solemne en condiciones críticas en distintos órdenes: inseguridad y despliegue del crimen organizado; incertidumbre económica y recuperación prendida de alfileres; desaliento social y gravísimo desencuentro de la ciudadanía con las instituciones políticas de una democracia frágil, pero lo más delicado es que no hayamos encontrado vías para enfrentar los desafíos de forma cohesionada”, señaló.
El senador precisó que en Nueva Alianza no comparten el falso dilema que opuso el espíritu festivo —la necesidad de celebrar hitos fundacionales— con la obligación de repensar y actualizar el proyecto naciona, l porque consideran que el festejo y la reflexión no sólo son compatibles sino complementarios.
“Debemos celebrar y reconocernos, sin eludir las tareas pendientes ni ocultar la deuda social con las mayorías nacionales; festejar y rendir homenaje a los padres fundadores, asumiendo la responsabilidad con los mexicanos de hoy —sobre todo, niños y jóvenes— y con las generaciones futuras; Reivindicar el orgullo de ser mexicanos, ciudadanos libres de una nación pluriétnica y multicultural”, remató.
ALR
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