Palacio Legislativo 17-X-2010 (Notilegis).- El director del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA), Miguel Ángel Cisneros Mata, solicitó a los diputados de la comisión del ramo un presupuesto de 560 millones de pesos para el 2011, al denunciar que hace más de 3 años no se invierte en equipos y mantenimiento a sus 19 centros de investigación.

Durante la reunión de trabajo de la Comisión de Pesca con ese instituto, Cisneros Mata, informó que la producción acuícola y pesquera nacional promedia 1.53 millones de toneladas anuales durante los últimos seis años por lo que México se sitúa en el lugar 14 en producción, incluyendo pesquerías acuaculturales. No obstante, alertó a los diputados que los registros de captura pesquera promedió 1.3 millones de toneladas este año, lo que demuestra una ligera tendencia a la baja.

Abundó el directivo que la pesca en territorio nacional se realiza a través de 100 mil pangas –embarcaciones pequeñas o lanchas- que capturan 500 mil toneladas y 2 mil 200 barcos que capturan 900,000 toneladas. Pese a estas cifras, el directivo señaló que en el sector prevalece la pobreza, en general en pesca ribereña; hay pesca ilegal que sobreexplota las regiones; hay un esfuerzo excedido para pescar y se mantiene un bajo precio de capturas, aunado a una falta de capacitación en los pescadores.

Cisneros Mata enfatizó la importancia del sector a los diputados, ya que genera 250 mil empleos directos; 750 mil indirectos; actividad estratégica en comunidades y regiones costeras; ocupación del Mar Territorial y Patrimonial; posibilidad de generar “instantáneamente” empleos directos y alimento con inversión relativamente baja, mientras que en zonas rurales genera alimento y empleo.

Refirió que en 12 pesquerías hay deterioro importante por lo que el volumen que se deja de capturar es de aproximadamente 21 mil 530 toneladas al año, lo que equivale a una pérdida económica de mil 830 millones de pesos por año.

Ante esta situación propuso reducir el tamaño de las flotas; maximizar el valor de pesca y la acuacultura; reducir costos de operación; impactos ambientales (con los ordenamientos SAGARPA-SEMARNAT), así como desarrollo y transferencia de tecnologías en el menor tiempo posible; exploración de nuevas áreas (bajar presión costera); capacitación y organización; actividades alternativas como acuacultura y maricultura.

Expuso que las pesquerías actuales se aprovechan en niveles cercanos al máximo sustentable o con algún nivel de sobreexplotación y que las zonas de pesca tradicionales presentan pocas alternativas para el aprovechamiento de recursos potenciales como: calamar, cangrejo, langostilla y merluza.

Alertó que los barcos de investigación pesquera del INAPESCA presentan limitaciones para trabajar en zonas a más de 40 millas de la costa y a la profundidad necesaria por lo que solicitó recursos para la adquisición de una nueva embarcación, cuyo costo sería de 250 mdp, que se construiría en 15 meses y tendría un valor operativo de 70 mdp.

Lo que representaría un beneficio para el sector de incrementar en el mediano plazo (2 años después de iniciadas las prospecciones) en 5 por ciento las capturas comerciales, o 55 mil toneladas adicionales, reduciría la presión de pesca y recuperaría más efectivamente pesquerías y recursos, reactivaría astilleros privados y posicionaría a nuestro país en la prospección y evaluación de recursos en alta mar, entre otros.

ALR