Palacio Legislativo 15-XII-2010 (Notilegis).- Con 290 votos a favor, 12 en contra y 5 abstenciones el Pleno aprobó el nuevo reglamento de la Cámara de Diputados, con lo que se sustituye el que estaba vigente desde 1934 y se establecen nuevas normas para la asistencia de los legisladores, el trabajo en comisiones y se ponen plazos para la dictaminación de iniciativas, con lo que se busca erradicar el rezago legislativo.

El nuevo ordenamiento aporta las reglas, principios, límites, requisitos y la regulación de la actividad y procedimientos parlamentarios, en una estructura de 285 artículos ordinarios, organizados en 9 títulos, y más de diez transitorios.

Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Jesús María Rodríguez Hernández (PRI), dijo que se otorga un plazo máximo de cuarenta y cinco días hábiles a las comisiones para que se resuelva la propuesta, de lo contrario, se presentarán ante el pleno camaral, para su dilución y votación.

La reforma rescató el trabajo de anteriores legislaturas, con lo que se construyó un consenso con las fuerzas políticas representadas en San Lázaro para regular la actividad del cabildeo, ya que obliga a cualquier persona que lo practique a inscribirse en un registro público al inicio de cada Legislatura, mismo que elaborará la Mesa Directiva.

Respecto de las inasistencias de los legisladores, el dictamen establece que en ningún caso podrán justificarse más de seis faltas en un mismo periodo de sesiones ordinarias.

El Pleno acordó la conformación de un grupo de trabajo de la Comisión de Régimen para que analice las observaciones y modificaciones al reglamento que propongan los legisladores hasta el lunes 20 de diciembre del 2010, a fin de que el nuevo reglamento entre en vigor a partir del enero del 2011.

No obstante el órgano legislativo coordinado por la instancia, consensará los términos de las modificaciones, a efecto de que a partir del primero de septiembre de 2011, el Reglamento sea aplicado en plenitud.

“Para ninguno de nosotros, resultan desconocidos los resultados de diversas encuestas que califican a la actividad legislativa, en uno de los rangos más bajos de desempeño y falta de confianza”, apuntó Rodríguez Hernández.

Agregó que “este reglamento no lo diseñamos para facilitarnos el trabajo, sino para darle sentido a la función parlamentaria, pare revalorar el papel del legislador frente a un Estado que reclama su defensa, y frente a una sociedad que exige resultados palpables e inmediatos”, declaró el legislador desde la máxima tribuna.

El nuevo reglamento establece requisitos mínimos a la presentación de iniciativas y procura que sean producto de la reflexión parlamentaria para adecuar la normatividad a la realidad nacional, lo cual pretende abatir la llamada congeladora, recalcó el diputado del PRI.

Desde 1934 el órgano legislativo ha venido funcionando con una reglamentación, que ya desde hace algunos años resultaba inaplicable a la nueva realidad parlamentaria del país.

“La visión con la que se construyó este documento, es de largo plazo, y será un reglamento que por su integración y bases democráticas, podrán perfeccionar las posteriores legislaturas”, concluyó el diputado Rodríguez Hernández.

JZM