Palacio Legislativo 24-02-2011 (Notilegis).- En la ceremonia oficial por el Día de la Bandera, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, afirmó que la unidad de los mexicanos debe estar por encima de cualquier mezquindad, clasismo, desigualdad, racismo o indolencia, ya que la ausencia de voluntad de política nos disgrega y nuestro país no merece las carencias y dificultades de hoy.

“Esa águila y esos colores son el referente de nuestro horizonte histórico, de un México presente que no merece las carencias y dificultades de hoy, y de un México futuro que es preciso construir desde ahora, bajo la premisa de nuestra nacionalidad”, señaló.

En la plaza cívica del Zócalo de la ciudad de México, ante el Presidente de la República, Felipe Calderón y los representantes de los otros Poderes, el legislador apuntó: “frente a fenómenos como la violencia y el crimen, pero por ningún motivo podemos aceptar que se comprometan la soberanía o el respeto a las leyes que hemos forjado, y que precisamente, estos signos simbolizan. Y en esta misión estamos comprometidos todos, sin excepción, los Poderes del Estado”.

Reconoció que así como la Bandera nos unifica, la violencia nos divide; así como la identidad nos congrega, la confrontación nos separa; así como el sentido de Nación nos hace parte de un todo, la ausencia de voluntad de política nos disgrega.

Indicó que nuestra Bandera enmarca y acota la política, una política que debe ser de negociación, que se traduce día a día en acuerdos y disputas, que se refleja en la conciliación de los puntos de vista y el mantenimiento firme de principios diferentes.

En esa dialéctica de la contradicción política nacional, dijo, podemos llegar a la conclusión de que siempre es posible edificar un entendimiento entre los mexicanos que propicie la identificación de coincidencias y facilite encauzar el conflicto y los problemas en la larga y continuada paz social que merecemos.

Ramírez Marín insistió que la Bandera Nacional nos invita a la madurez, a la ambición de futuro y a la compasión en el pleno reconocimiento del otro mexicano que todos somos en el uno mismo. “Esa Bandera, que es hoy objeto de nuestro homenaje, es reiteración de que la grandeza de una Nación como México ha sido posible, y de que la realidad provisoria es alcanzable”.

“Honremos las virtudes que nuestra Bandera Nacional entraña. No veamos este lábaro como una mortaja, veámoslo como el vestido del México del mañana, viviendo cada día en esa benigna enfermedad del patriotismo”, concluyó.

ALRG