Palacio Legislativo 22-XI-2011 (Notilegis).- Al reconocer que el Presupuesto 2012 que aprobó la Cámara de Diputados no es el ideal, el coordinador del grupo parlamentario del PRI, Francisco Rojas, sostuvo que servirá para paliar la desaceleración económica que viene y permitirá entrar al año electoral con tranquilidad económica.

Lo aprobado, señaló, impulsará una política económica con aumentos fundamentalmente en el campo mexicano, en el gasto en carreteras y obras hidráulicas, fortalecerá programas de educación, salud y obras metropolitanas; apoyar a las comunidades indígenas y rescatará otros programas sociales que habían sido reducidos, pero con reglas claras que buscan evitar que esos programas sean usados con fines electorales.

El líder de los diputados del PRI, dijo que el PEF-2012 enviado por el Ejecutivo ignoraba el entorno mundial, era centralista y recortaba sectores estratégicos, por lo que los legisladores de su bancada decidieron dar un paso importante para que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 sea federalista, redistributivo y contracíclico.

Hizo un llamado a privilegiar la voluntad política necesaria para alcanzar acuerdos que beneficien a la mayoría de la población; porque – señaló -- es lo que se espera de nosotros, los legisladores.

Rojas Gutiérrez reconoció que el análisis y negociación del presupuesto 2012 implicó múltiples factores que lo hicieron más complejo que en otras ocasiones, pero también influyó que el proyecto enviado este año por el gobierno ignoraba el difícil entorno mundial y las consecuencias que de él pueden derivarse para la economía mexicana y la vida misma de las personas.

En el análisis se confirmó que en lugar de privilegiar un mayor equilibrio financiero, el proyecto dejaba a la economía nacional desprotegida frente a la segunda recesión internacional que está en marcha.

La del gobierno, confirmó Francisco Rojas, fue una propuesta percibida como hostil, ya que las previsiones para sectores fundamentales para el bienestar nacional, como campo, educación, salud, inversión pública en carreteras y obras hidráulicas, entre otros, estuvieron muy por debajo de los requerimientos y, en muchos casos, incluso eran menores al presupuesto autorizado para 2011.

IPC