Palacio Legislativo 09-04-2013 (Notilegis).- Las bancadas del PRI, PVEM y NA se pronunciaron a favor de la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027 del Ejecutivo federal, mientras que PRD, PT, MC y PAN la cuestionaron, al fijar su posición ante el Pleno, previo a la votación.

La diputada del PRI, Blanca Villaseñor Gudiño, afirmó que la estrategia propone una visión ordenada de los riesgos que se enfrentan en el sector, así como la mejor manera de enfrentarlos y superarlos.

Este documento fija objetivos y delimita los riesgos energéticos a los que afronta el país, además del costo que tendrá atenderlos, así como los beneficios que se obtendrán actuando a tiempo, señaló.

Consideró que será una “palanca de desarrollo nacional” y un mecanismo de inclusión social con sustentabilidad ambiental “que se traduzca en energéticos baratos y suficientes que hagan tangible el acceso universal a la energía”.

Juan Bueno Torio, del PAN, señaló que no responde y ni es acorde a las necesidades del sector energético que necesita el país para tener eficiencia y competitividad en la energía del país.

Aseguró que no se definen las acciones para que los mexicanos tengan energía con oportunidad, calidad, buen servicio y con un precio accesible y justo para la sociedad.

“La Estrategia Nacional de Energía que está a discusión no la consideramos como un instrumento que defina con suficiencia el eje rector de la política energética para mediano y largo plazo, no está bien sustentada y no contiene objetivos parciales, ni mecanismo de medición en el tiempo”, agregó.

Luis Espinosa Cházaro (PRD) sostuvo que carece de una visión a largo plazo y sólo estipula como opción para potenciar el desarrollo la inversión privada.

“Si bien la industria privada puede ser una opción, no podemos aceptar que el gobierno la proponga como la única para potencializar el sector”, dijo.

Laura Ximena Martel Cantú (PVEM) apoyó la estrategia y aseguró que el país requiere realizar una profunda transformación energética que le permita estar a la vanguardia, elevar la competitividad y afrontar con éxito los retos que el siglo plantea.

Consideró que esta estrategia forma parte integral de un plan de política pública, el cual ha de ser el eje para impulsar la reforma energética para el desarrollo económico de México, sin perder de vista las necesidades de la población que más lo necesita.

Ricardo Mejía Berdeja (MC) afirmó que el documento tiene tintes privatizadores en el sector, ya que se pretende continuar con los “gasolinazos” y el aumento en tarifas de energía eléctrica.

A decir del diputado, las asociaciones y contratos con Petróleo Mexicanos (Pemex) solamente reditúan al contubernio, corrupción y tráfico de influencias, con el argumento de que las inversiones beneficiarán a la industria.

“La Estrategia presentada por el Ejecutivo federal, contempla aumentos graduales en tarifas y combustibles con el pretexto de disminuir subsidios indiscriminados”, señaló.

José Alberto Benavides Castañeda (PT) consideró que esa estrategia no respeta la soberanía del país y pretende ofrecer a los ricos los bienes de la nación, al transferir la renta energética de la nación a la inversión privada.

También indicó que el documento no contiene un diagnóstico profundo del sector y no define claramente una política para lograr la independencia energética, ni se identifican las ineficiencias actuales del sector, necesarias para plantear propuestas que contribuyan al actual funcionamiento del sector energético.

Dora Talamante Lemas (NA) apoyó el documento y afirmó que ofrece una acertada visión del sector y una seguridad energética.

Puntualizó que la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027 aborda la sustentabilidad energética de una forma integral que permitirá el repunte de un crecimiento económico y vigila el aspecto ambiental.

“Con este encuadre, las directrices estratégicas de política energética nacional reconocen la existencia de una clara correlación entre la actividad económica y la demanda energética”, agregó.

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