Palacio Legislativo 25-06-2013 (Notilegis).- Daniel Olivares Villagómez, representante de la organización social “Di no a los casinos”, aseguró que estos establecimientos fomentan el lavado de dinero y la descomposición social, al reunirse en San Lázaro con la Comisión Especial de Juegos y Sorteos.
“Los casinos y las salas de apuesta permanente son el mecanismo ideal y más barato para lavar dinero procedente de actividades delictivas y por lo tanto fomentan el crecimiento del narcotráfico y de la delincuencia organizada”, expuso.
Expuso que la Ley Federal de Juegos y Sorteros en su artículo primero establece la prohibición de los juegos de azar y de apuesta, y pese a que existe un reglamento que los autoriza, se viola la norma primaria.
Calificó como falso el argumento de que los casinos fomentan el turismo, ya que dijo, los supuestos empleos e inversiones que proclaman los casineros sólo sustituyen los trabajos y quiebra de negocios por la competencia desleal a hoteleros, restauranteros, salones de congreso y atractivos culturales y naturales.
Indicó que las salas de apuesta permanentes están diseñadas para crear una atmósfera que aísle al jugador del mundo exterior, buscando con bebidas alcohólicas debilitar la resistencia consciente y racional de las personas, desarrollando lo que se conoce como ludopatía.
Explicó que la ludopatía es considerada un trastorno del control de los impulsos, ya que existe un impulso irreprimible hacia los juegos de casino, a pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de detenerse.
Olivares Villagómez subrayó que existe una gran diferencia entre los sorteos y juegos tradicionales no continuos respecto de los casinos, ya que los primeros, donde se engloba la lotería, los pronósticos deportivos, el hipódromo y el palenque permiten pausas en el juego, que le permiten pensar mejor sus opciones y retirarse.
El representante social propuso a los legisladores regular los juegos con apuesta, permitiendo sólo aquellos tradicionales y de vigilancia gubernamental.
Se deberían prohibir, dijo, las salas de apuesta permanentes, los juegos por internet y las máquinas tragamonedas.
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