Joaquín López-Dóriga comenta: Dicen que los yucatecos no matan, pero tampoco dejan vivir. Diagnóstico que ellos rechazan y yo no comparto, pero que lo retrata cuando de política se trata, dejando en claro que una cosa es el país y otra muy singular y diferente es Yucatán. Con la elección de su candidato a gobernador acaban de darle una nueva lección al panismo y a la política, porque Manuel Espino estaba a favor de la candidata Ana Rosa Payán, a la que removió del DIF para hacerla precandidata y empujarle la candidatura.

Lo que pasa es que el precandidato más popular, por cierto, operador con Beatriz Zavala de la candidatura de Felipe Calderón Hinojosa, cuando aquella lucha interna del PAN contra Santiago Creel, Javier Abreu, era el favorito. El se puso al frente de la campaña de Calderón con Beatriz Zavala, Yucatán se volcó con Calderón, ahora Espino le quiso pagar con Ana Rosa Payán y el panismo de Yucatán le dio otro bofetón a Manuel Espino, y con la elección abierta por más de 50 por ciento de los votos Abreu será el candidato del PAN al gobierno de Yucatán. Le digo que no aprenden en cabeza de yucatecos ajena, ni en ésas aprenden (Cúpula Empresarial, 7:900, 1’ 28”, mahm).