Carlos Javier González, comenta que la soberbia con la que se ha conducido Manuel Espino desde siempre pareciera que va a ser superada y rebasada por una irreflexiva e impulsiva actitud de quien en teoría debería ser uno de los principales aliados del presidente Felipe Calderón.

Creo que hay una situación bien planeada por parte de Espino. En política no hay casualidades. Y la situación que vive el PAN en cualquiera de sus flancos pareciera confirmarlo. Hay que sumar a la grave crisis en Guerrero, Aguascalientes y Yucatán, hay que sumar la confrontación entre el Presidente de la República y el partido que lo llevó al poder.

Cuáles son las ambiciones de Manuel Espino, pareciera un kamikaze de la política dispuesto a jugarse el todo por el todo. Es cierto que nunca se ha caracterizado por su talento y prudencia, y que lo que busca retener es a toda costa la dirigencia y la presidencia del PAN mediante su reelección, intentando una estructura a modo para poder tener a sus aliados, incluidos a los coordinadores parlamentarios en posiciones claves.

Pareciera que el PAN comienza a enfermarse del síndrome del dinosaurio, que creíamos exclusivo del PRI.

El PAN de Espino no tiene sentido y dirección, lo único que tiene es ambición, es la ambición de un hombre que no ha sabido demostrar talante de estadista, porque no lo es. Corre el riesgo de hacer de su partido un organismo más dividido de manera irreversible.

Espino está buscando mantener la presidencia del PAN, ganar espacios y de ser posible, tener la candidatura de la presidencia del PAN para el 2012, para él o para alguien de su equipo. Pero pierde de vista que Felipe Calderón no es Vicente Fox. Es mi parecer que Calderón ya comenzó a cansarse y un Presidente decidido es un Presidente al que nadie se quiere encontrar de frente, a menos que se llame uno Manuel Espino (Cúpula Empresarial, 9:13, 3’ 16”, mahm).