Joaquín López-Dóriga, colaborador: Los hechos de las últimas horas han delineado los objetivos y las decisiones que marcarán la gestión del presidente Calderón (Felipe Calderón Hinojosa).

Todo comenzó con la discusión de la reforma energética, que conlleva a la de Pemex, tramo en el que se vio un Gobierno dubitativo, que parecía no saber bien a bien el cómo, el hasta dónde, el cuándo y con quién iría.

Las declaraciones de la secretaria de Energía parecieron ser la luz verde presidencial que puso a trabajar a todos, a AMLO, con contemplaciones, la del pasado 24 de febrero, que fue un desastre, y la que viene el 18 de marzo.

El Gobierno también va acelerando las negociaciones a través del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.

En ese escenario se dio el desencuentro del mitin de López Obrador, el domingo pasado, en la Torre de Pemex. Por un lado, las de López Obrador, y por otro, la de Izquierda Unida, de Jesús Ortega y Carlos Navarrete, lo que marcó el derrotero de dos temas centrales.

El de la Reforma Energética no pasará de ningún modo, aun al precio del recurso violento de López Obrador, y el del proceso para renovar la presidencia del PRD, desde ahora, marcado por el mismo tono violento que lo lleva a la opción de cancelarlo antes o después de las elecciones, el 16 de marzo, por el fraude electoral adelantado, ya como ocurrió una vez para suceder a AMLO en la presidencia del PRD.

Es decir, está el Gobierno marcando la flecha: reforma o iniciativa, sí, quizá ¿cuándo? Después del 16 de marzo. Duración 1´49´´, ys/m.