Alejandro Ramos, colaborador: Al proyecto de reforma energética enviado por el presidente Calderón al Congreso se le puede aplicar aquello de que se observa como un vaso medio lleno y medio vacío.

Medio lleno porque implica una transformación de Pemex en la medida en que de ser aprobada dicha reforma permitirá que la paraestatal sufra cambios importantes en su operación y financiamiento.

También conlleva un avance en la autonomía de gestión de Pemex y en la emisión de bonos petroleros por un valor de cien pesos que estarán al alcance de toda la población.

Igualmente amplía las posibilidades de participación de terceros en diversas áreas orientadas al mejor funcionamiento de la empresa.

Por otra parte la reforma en cuestión no contempla ningún cambio de tipo constitucional y reafirma la propiedad total del Estado mexicano sobre el petróleo.

Como se ve se trata de una reforma viable en el sentido de que se ajusta a los planteamientos de los partidos de oposición, que exigían que no hubiese cambios constitucionales, no se otorgara contratos de riesgo y que Pemex no se privatizara.

En estos aspectos la iniciativa de Calderón es una reforma posible, que entre otras cosas puede ser aprobada por mayoría simple en el Congreso y en ese sentido puede ser la parte del vaso medio lleno del que hablábamos al inicio del comentario.

Por lo que se refiere al vaso medio vacío, es claro que la reforma propuesta es limitada en aspectos básicos, como es la incorporación plena de empresas privadas, nacionales e incluso extranjeras, en la exploración y explotación de nuevos yacimientos petroleros, las relaciones entre Pemex y su sindicato tampoco sufrirán ningún cambio, lo cual en buena medida representa que la paraestatal seguirá con un margen de operación limitado y con bajos niveles de productividad.

En cuanto a otros aspectos como la autonomía de gestión y el régimen fiscal de Pemex todavía no hay suficiente claridad, por lo que seguramente será motivo de debate que se dará dentro y fuera del Congreso.

Como se ve se trata de un proyecto que ajusta bien a la visión de vaso medio lleno y medio vacío, pues indudablemente tiene como objetivo central que se logre salvar la aduana legislativa, lo que seguramente ocurrirá.

Con esto la reforma energética, que de hecho es una reforma de Pemex, resulta de corto alcance y de cierta forma se compara a la electoral y a la fiscal donde también se optó por lo posible por encima de lo deseable. Duración 3´12´´, ys/m.