Joaquín López-Dóriga, colaborador: Las cabezas visibles del llamado Frente Amplio Progresista habían rechazado el albazo como método para el tránsito de la Reforma Energética propuesta al Senado por el presidente Calderón, y tenían razón.
Sí, tenían razón, una reforma de un tema de tal dimensión, el petróleo, que en México supera lo político y lo económico, debía tener sus tiempos en lo que parecía que andaba.
Los coordinadores legislativos del Senado habían alcanzado un primer acuerdo para desarrollar un debate nacional, tenían temario, aunque faltaba agenda y la forma, pero habían construido un primer acuerdo para un debate nacional.
Esto y el anuncio que habían hecho el miércoles por la noche López Obrador aparcando el inicio de su movimiento y citando a una asamblea informativa el domingo en Zócalo abrían un espacio que la víspera no había.
Y así se llegó a las sesiones del Congreso y se llegó con un operativo, el secuestro, la toma del Congreso a una señal de Ricardo Monreal, con el argumento de que en otros países ha ocurrido esto.
Yo le preguntaría a Ricardo Monreal, ¿tiene documentado en qué países diputados, senadores de una fracción han secuestrado el Congreso y lo han clausurado? Porque clausurar el Congreso es propio sólo de los golpistas. Duración 1’38”/nbsg/m
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