Pedro Ferriz de Con, conductor: En este pasado fin de semana me tocó leer muchos artículos, que luego lo hago mucho para tratar de enriquecerme con lo que piensan otros columnistas, editorialistas, otras personas que piensan por México.

Y me llamó mucho la atención un artículo que leí en El Universal, donde decía que qué bueno que el Frente Amplio Progresista había llegado a tomar las tribunas, porque de esa manera el país pensaría mucho más dos veces lo que tendría que ser una reforma petrolera que resultara justa para México.

Qué bueno que se había tomado esa forma, porque independientemente de lo intransigente que ésta pudiera sonar, había servido para que se ponderaran los ánimos hacia una reforma energética, que fuera totalmente encauzada a darle toda la fuerza a los empresarios, a las empresas y al capital para reestructurar a Pemex.

Me quedé pensando en esta reflexión y que si alguien que tiene la opinión pública, tiene la facultad de decir que qué bueno qué pasó esto, que qué bueno que pasó esto, que qué bueno que se tomó una tribuna, como fue la Cámara de Diputados y otra como es la Cámara de Senadores, para protestar como minoría en un Congreso como es el de México. Me pregunto si esto es bueno.

Entonces por qué no vamos a la SCJN y secuestramos a la Suprema Corte y protestamos porque este país es injusto.

Y por qué no vamos a la Presidencia y hacemos lo mismo, porque después de todo el Ejecutivo no acaba por resolver nuestros problemas.

Y por qué no vamos y nos instalamos en todas partes en los gobiernos de los estados y hacemos lo propio con todos los gobernadores que tienen muchos problemas que no han podido avanzar en ellos.

Por qué no, si esto es bueno porque nos hace cobrar conciencia, por qué no llegamos a hacer sentir que lo antidemocrático, lo intransigente, que todo lo que nos pasa a los mexicanos, que quisiéramos que avanzara, vamos a tomarlo por la vía de la anarquía, rompamos la estabilidad de las instituciones.

Y hagamos lo propio para que se desestabilice un proceso pretendidamente democrático y que, bueno, que así sea, para que entonces entremos nosotros en un contexto de una mayor reflexión.

Qué pena que esto piense alguien que tiene una responsabilidad pública, a través de un diario en un medio escrito, no quiero decir un diario, simplemente es una opinión personal de alguien, pero esto que decía este comentarista es compartido por muchos otros.

Se piensa que lo que ha sucedido en estos últimos días de haber tomado el Congreso mexicano, de haberlo secuestrado por la vía de la intransigencia, es una minoría, haber llegado a este punto donde el resto tampoco supo reaccionar y hoy busca sedes alternas para tratar de hacer avanzar a la República, bueno, si esto es así, quiere decir que este virus, este mal para México que se llama Andrés Manuel López Obrador, ha cundido, hoy nos ha infectado.

Hoy se puede llegar a pensar que un acto de intransigencia y un acto en contra de las instituciones, resulta bueno, porque si no hubiera sido así este país se hubiera ido por la libre y favorecer a la empresa, al gran capital y a la privatización del petróleo, como es el discurso del señor López Obrador.

Qué pena que tengamos tan poca conciencia de lo que es una democracia; qué pena que no nos demos cuenta, incluso como sociedad, que estamos viviendo uno de los peores momentos que esta República ha experimentado desde que somos país, desde que somos México. Duración 4’16”, nbsg/m