Joaquín López-Dóriga, colaborador: Este domingo hay elecciones clave, se trata de Guerrero, que elige alcaldes y Congreso local. Guerrero se convirtió de un bastión priísta a uno perredista, hoy vemos cómo en algunas alcaldías, el caso más dramático es Acapulco, se comienza a tambalear por los malos gobiernos.

Acapulco es un desastre, no hay obras, las calles están hechas pedazos, no hay agua, la basura se acumula, la inseguridad se complica. En fin, Acapulco es un desastre y yo tengo la impresión de que los acapulqueños van a castigar al PRD por estos malos gobiernos.

El asunto es que el PRD, no obstante todo esto, con su fuerte debate social, con su voto duro tendría los votos suficientes para ganar de nuevo la alcaldía de Acapulco si no fuera por la división que se ha dado cuando los seguidores de AMLO han decidido apoyar al candidato de Convergencia, Luis Walton, quitándole votos al PRD y abriéndole el camino a la victoria del PRI, Manuel Añorve.

Esto ya lo vimos en Zacatecas, cuando Ricardo Monreal dividió al PRD y perdió. El PRD no entiende que cada vez que se divide, pierde. A Acapulco llega dividido y esto anuncia una derrota. 1’ 23” A.L./m