Joaquín López-Dóriga, colaborador: La muerte de Juan Camilo Mouriño, el número dos del Gobierno del presidente Calderón, tiene muchas implicaciones.

Tiene implicaciones en lo que es la seguridad de los secretarios; tiene implicaciones en lo que es la seguridad de los vuelos que hacen y en los aviones que vuelan; tiene implicaciones para la seguridad del mismo Presidente de la República; tiene implicaciones políticas.

¿Por qué? Porque esta ausencia dramática, brutal para el Presidente le da pie para un relanzamiento de su Gobierno.

En algún momento yo estoy convencido, estoy seguro que el Presidente pensó este relanzamiento, hoy tiene el escenario que no buscó, que no pensó, al contrario, que no deseó, pero dadas las circunstancias la vida sigue, el gobierno también, y a partir de este vacío tendrá el Presidente que tomar las decisiones que tenga que tomar, no las que le diga la oposición de cómo quiere a los nuevos funcionarios.

No, es una decisión, un derecho constitucional del Presidente de la República en turno nombrar y remover a los secretarios del gabinete, pero esto tendrá que ir aparejado seguramente, a como veo las cosas, por un relanzamiento necesario, indispensable de su gobierno, quizá partiendo de las ideas de Juan Camilo Mouriño, pero también partiendo de las necesidades del país y del mismo presidente Felipe Calderón. 1’ 49” A.L./m