Federico La Mont, conductor: En 1986 se crearon las condiciones en Haití junto con la connivencia de los organismos financieros internacionales para perpetrar la corrupción que hoy se vive en esa nación.

El total de la fortuna, bajo una investigación minuciosa de Jean Claude y Michel Duvalier era, cuando éstos ascendieron con inversiones en la Riviera francesa de algo así como 700 millones de dólares. Evidentemente la cantidad fue mayor en los últimos años.

Creo que –si no les molesta a ustedes amigos radioescuchas– sería el momento de hacer un símil entre lo que una reciente pareja perpetró en México, tal vez ustedes ayuden a disipar la incógnita, pero sí es importante remarcarlo.

Michel y Baby Doc Duvalier sustrajeron esa cantidad. La invirtieron en innumerables propiedades principalmente en la Costa Azul de Francia y no sólo allí, les decía, también en la República Mexicana bajo prestanombres.

Después de divorciarse, este hecho dejó prácticamente en el colapso, en la quiebra económica a Duvalier, pero le permitió a Michel amasar una fortuna, trasladarse a Francia, llevarse consigo a su marido a Francia antes del divorcio y permanecer con esa capital.

Ese fue el primero de los mandatarios. Después llegaron otros como J. M. Aristique, quien fue obispo de la Diócesis de Puerto Príncipe e institucionalizó la vocación del mando gubernamental y militar en la corrupción.

Y todo esto tiene que enfrentar el 45 por ciento del pueblo hatiano que come una pastilla de arcilla con agua para mitigar el hambre.

Más allá de la anécdota, los principales responsables de la corrupción en Haití e indirectamente de la tragedia de estos tiempos, fueron los organismos financieros internacionales; el Banco Mundial otorgó innumerables créditos para infraestructura y presas, que se robó Aristique, que se robó Duvalier. Y ese dinero simplemente en nada favoreció a quienes hoy comen una pastilla de arcilla con agua para sobrevivir. Duración: 3’ 21”, reoc/m.