La Cámara de Diputados tiene la obligación jurídica, política y ética de vigilar que la Cruzada Nacional contra el Hambre se constituya en una alternativa para promover el desarrollo humano, afirmó la legisladora Judit Guerrero López.

En un comunicado, la diputada federal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) aseguró que sería incorrecto e inmoral que ese programa que impulsa el gobierno federal derive sólo "en un mecanismo asistencialista de control político clientelar".

La pobreza alimentaria, enfatizó, es un agravio y una vergüenza colectiva para el país, ya que afecta a más de 18 por ciento de la población, y el objetivo central de esa cruzada es el combate y la superación de este "lastre terrible".

La diputada por Zacatecas consideró que la lucha frontal contra la hambruna es una responsabilidad ética del Estado y "un compromiso público para construir espacios de libertad, de dignidad, de justicia y democracia para la ciudadanía".

Recordó que al anunciar ese programa, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que la pobreza y la hambruna constituyen el principal enemigo del progreso y la democracia, por lo que es necesario reducirlo para promover el desarrollo integral de la nación.

Puntualizó que por ello esta cruzada plantea movilizar los distintos niveles de gobierno, así como a los sectores social y privado, y de parte del gobierno federal tiene un presupuesto de 97 mil millones de pesos para este año e involucra 70 programas de 14 secretarías de Estado.

Se diseñó un sistema nacional contra el hambre, que se convierte en una estrategia de inclusión social, con carácter dinámico, integral y transversal, indicó la legisladora del PVEM.