En medio de la polémica entre la Cámara de Diputados y el Senado de la República, por el modo en que se aprobó y se turnó la minuta referente al fuero, en particular lo referente al Presidente de la República, en la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) también surgieron posiciones encontradas.

El coordinador parlamentario, Silvano Aureoles, señaló que lo ocurrido fue un simple “error” de técnica parlamentaria del Presidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo, que a cualquier legislador le puede suceder; e incluso pidió “no magnificar” lo ocurrido con dicho dictamen.
Aureoles Conejo manifestó que con la emisión de una “fe de erratas”, una aclaración o bien, a través del diálogo entre las mesas directivas de ambas cámaras, se puede corregir el diferendo.
En contraparte, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Julio César Moreno, manifestó que a su parecer, si hubo “trampa” de la Mesa Directiva, al colocar tres puntos suspensivos en el documento enviado al Senado, dando a entender que se aprobó una modificación que no registró la votación necesaria para ello.
Recordó que él mismo, en calidad de presidente de la instancia dictaminadora, envió una carta al diputado Arroyo Vieyra, aclarándole cómo se aprobó la normatividad y pidiéndole que no colocara los puntos suspensivos señalados.
En tanto, el vicepresidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, José González Morfín, señaló que lo más adecuado, es que ese órgano de gobierno corrija la falla en la técnica legislativa, y elimine los puntos suspensivos integrados al texto y que dieron paso a la controversia.
El legislador del Partido Acción Nacional (PAN), coincidió con el coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, en que la controversia se puede aclarar con un acuerdo entre el diputado Arroyo Vieyra y el senador Ernesto Cordero.
Puntualizó que al tratarse de una reserva que necesitaba tener al menos dos tercios de la votación para integrarse al dictamen, pero que no los alcanzó, el haber colocado los “puntitos” en cuestión, quedó la impresión de que se aprobó la propuesta del PRI, de que el dictamen quedara en sus términos, cuando no fue así.
González Morfín agregó que a final de cuentas, aún con la divergencia de opiniones sobre lo aprobado en San Lázaro y que se turnó a la colegisladora, que es la cámara de origen del proyecto, sigue vigente el texto constitucional actual, porque el proceso legislativo de que lo aprobado por las dos cámaras se turne a los congresos estatales, para que al menos 16 de ellos lo avalen.
De modo que, apuntó el vicepresidente de la Mesa, la norma aplicable en términos prácticos es el texto constitucional, que preserva el fuero para el Presidente de la República, en tanto no finalice el proceso legislativo de aprobación de la reforma constitucional en materia de inmunidad procesal.
Sobre la presunta “intención” de manipular lo aprobado para hacerlo cuadrar con los intereses del PRI, de mantener intocado al Presidente de la República, el legislador aclaró que no se debe prejuzgar sobre los motivos del presidente de San Lázaro.
Ello, pese a que momentos antes, medio centenar de diputados panistas, al grito de “fuera Arroyo”, acusaran dolo del diputado guanajuatense.
“Yo creo que la Mesa Directiva tendrá que tomar un acuerdo y yo creo que sería deseable como lo propuso Manlio (Beltrones), que fuera acuerdo de las dos mesas directivas, porque finalmente estamos hablando de una reforma constitucional de un asunto muy importante que yo creo que lo que todos queremos es que, nosotros estamos por supuesto a favor de que desaparezca el fuero, entonces que no vaya a llegar un asunto de éstos a la Corte a revisar el procedimiento, porque la Corte no puede revisar el fondo del asunto”, apuntó. ys/m.