Un día después que policías comunitarios marcharon armados hacia Chilpancingo para exigir la liberación de uno de sus comandantes, el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo, aseguró que cuando se permite que los ciudadanos hagan justicia por su propia mano se puede hablar de un Estado fallido.

Arroyo calificó al movimiento de carácter popular que formaron los maestros de Guerrero que se oponen a la reforma educativa con las policías comunitarias como un "coctel molotov".

"Puede haber un coctel molotov muy desagradable. Un Estado que permite que sus ciudadanos se armen para hacerse justicia por su propia mano es un Estado fallido", declaró en entrevista.

En ese tenor, el diputado estimó que el Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, debe ser el principal preocupado porque esta situación se manifieste en su entidad.

En tono irónico, el diputado priista dijo que los legisladores debían también salir en su ayuda.

Arroyo aprovechó entonces para revelar que él había hecho gestiones para que la Policía Federal desalojara la semana pasada a los maestros que obstaculizaban el tránsito en la Autopista México-Acapulco. /gh/m