El grupo parlamentario Nueva Alianza exhortó a la Secretaría de Educación Pública, a que se destinen recursos no menores al ocho por ciento del Producto Interno Bruto dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2014, para el sector educativo.
Sostuvo que la educación es el detonante natural del desarrollo competitivo de las naciones, por lo que si se quiere avanzar, de manera rápida y efectiva en la competitividad, es necesario que México desarrolle los impulsores de la eficiencia e innovación.
El diputado, Luis Antonio González Roldán indicó que para mejorar el nivel educativo del país es vital que los actuales y futuros ciudadanos obtengan las habilidades y competencias necesarias para desarrollarse económica y laboralmente de acuerdo a los nuevos cánones de competitividad global, contribuyendo en la creación de cadenas de valor dentro de procesos cada vez más tecnológicos y complejos.
Mencionó que un cruce directo de la posición competitiva de los 20 países mejor ubicados en este ranking internacional, nos permite observar que en promedio, estas naciones destinan el 5.7% de su PIB en educación, donde destacan las naciones nórdicas cuyo destino educativo va del 6.8% en el caso de Finlandia, al 8.7% para el caso de Dinamarca.
Entre los países o economías con más bajos porcentajes del PIB en educación, apuntó, se encuentran Hong Kong, número uno en el citado anuario, con el 3.42 por ciento, Singapur con el 3.3 por ciento, ubicado en el cuarto lugar de competitividad internacional, Luxemburgo con el 3.8 por ciento y Qatar con el 2.5 por ciento.
González Roldán agregó, que para el Ciclo Escolar 2011-2012, la matrícula total del Sistema Educativo Nacional escolarizado se conformó por 34.8 millones de alumnos, equivalente al 31.9 por ciento de la población total del país.
Precisó que el alto porcentaje de participación se explica, en parte, por estructura de la pirámide poblacional, donde el 22.6 por ciento tiene de 4 a 15 años de edad.
Hizo notar que el 74 por ciento de la población escolar se ubica en la educación básica, que comprende la educación preescolar, primaria y secundaria. La educación media superior representa el 12.5 por ciento de la matrícula y constituye el tipo educativo que experimentará el mayor crecimiento como resultado de la gran expansión de la educación básica en los últimos años.
La educación superior, con 3.2 millones de alumnos, abarca el 9.1 por ciento de la matrícula total y los servicios de capacitación para el trabajo cubren el restante 4.4 por ciento, abundó.
En cuanto al sostenimiento de los servicios educativos, indicó que el 87 por ciento de los alumnos asiste a las escuelas con sostenimiento público (federal 10.4 por ciento, estatal 71.5 por ciento y autónomas, básicamente universidades, el 5.1 por ciento), en tanto la educación particular atiende el 13 por ciento de los alumnos.
Por lo anterior, sostuvo que como legisladores deben ser sensibles a la demanda social por una mejor educación con más recursos y un mejor destino del gasto.
Sobre todo, continuó, cuando en la LIX Legislatura se discutió y aprobó una reforma a la Ley General de Educación, en la que se establecía que el monto anual que los gobiernos federal, estatal y municipal debían destinar al gasto educativo no sería menor al 8 por ciento del PIB y que dicho incremento en el gasto educativo sería gradual, hasta alcanzar el nivel indicado en el ejercicio presupuestal 2006.
Sin embargo, externo, de acuerdo con la Nota del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, “Breve análisis del desempeño educativo en el sexenio 2007-2012″, refieren que en el periodo analizado, el gasto en educación superó los 975,000 millones de pesos, de los cuales 78.3 por ciento correspondió a gasto público y 21.7 por ciento a gasto del sector privado.
En lo que refiere al gasto público, puntualizó, que la Federación incrementó el gasto a una tasa promedio anual de 2.4 por ciento, los estados lo hicieron a una tasa de 1.8 por ciento y los municipios sólo 0.8 por ciento.
Descomponiendo el gasto federal por nivel educativo atendido, indicó, destaca que el presupuesto destinado a la educación básica tuvo un incremento muy moderado (0.6% anual); en tanto, los niveles medio superior y superior recibieron incrementos de presupuesto de 5.9 y 5.7% anual, respectivamente.
Analizando los datos, precisó, es relevante el impulso presupuestal que se le dio entre los años 2006 a 2012 a la educación media y superior, situación que afectó en gran medida a la educación básica, esquema que podría repetirse en función de las estimaciones realizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. /arm/m