Fauzi Hamdan, colaborador: Dentro del Plan Nacional de Desarrollo y concretamente en el programa sectorial energético, el Gobierno endereza sus esfuerzos y acciones fundamentalmente a preservar la soberanía energética.

Para lo cual, como meta, señala dotar la generación de consumo nacional de todo tipo de energía, especialmente imputable a energía alternativa e insumos no contaminantes. Pemex forma parte de dicha política sectorial y, por ende, la necesidad de crear un órgano autónomo regulador y coordinador de los esfuerzos de cumplir con el programa sectorial.

Es innegable la necesidad de la reforma de Pemex para dotarlo de una autonomía plena de gestión administrativa y financiera, darle mayor flexibilidad operativa en la contratación de obras y servicios, dotarlo de una organización y procedimientos internos de mayor eficacia y rendimiento en el desempeño laboral. Asimismo, el órgano de Gobierno deberá incluir consejeros independientes con comités de auditoría, adquisiciones, obras, servicios, finanzas y planeación, entre otras funciones, para convertir a Pemex en una auténtica y real empresa pública.

Es innegable que dentro de la discusión en el Congreso de la reforma energética deberá incluirse la posibilidad de que Pemex pueda celebrar contratos de riesgo para trabajos de exploración en aguas profundas en el golfo de México, donde se encuentran las reservas prospectivas o potenciales de petróleo, más altas y más importantes.

Igualmente deberá implementarse un mecanismo de concesión para permitir a sociedades mexicanas participar en la elaboración, transporte, almacenamiento, distribución y venta de primera mano de aquellos productos derivados del petróleo y de gas, de materia prima y que constituyen los petroquímicos básicos. Esa es en mi opinión de lo que, en esencia, podría constituir la reforma energética, de la cual se ha hablado tanto. Duración 2´38´´, ys/m.