Joaquín López-Dóriga, colaborador: Finalmente, el viernes, después de 16 días, los integrantes del Frente Amplio Progresista, o sea, los legisladores del PRD, PT y Convergencia nos devolvieron al Congreso a los mexicanos.

El Congreso había sido secuestrado 16 días atrás con la toma de la tribuna del Senado de la República y la clausura de la tribuna del Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.

El frente dijo que ésta era una expresión de resistencia civil para impedir que se discutiera, avanzara o aprobara la reforma energética enviada al Senado por el presidente de la República.

El punto aquí es que, efectivamente, lograron que se establezca un debate -me parece muy sano- ante esta iniciativa, pero también quedó latente una amenaza: si después del debate, si después del dictamen de la Comisión de Energía y Asuntos Legislativos del Senado de la República se llega a aprobar la iniciativa Calderón -o lo que quede de ella- el frente volverá a tomar la tribuna para impedir que se apruebe esa reforma energética.

Se ha llegado a un acuerdo, sí, un acuerdo en el que todos dicen que triunfaron y ganaron, sí, con política. Sin embargo, sólo se ha pospuesto el conflicto de la reforma energética, nada más. Duración 1´36´´, ys/m.