Polo Mendívil, colaborador: Los anuncios de López Obrador de ayer en el Zócalo pueden ser los prolegómenos de una asonada en agosto para reventar el primer Informe de Gobierno a Felipe Calderón Hinojosa.

Pero, hay que puntualizar que ayer López Obrador insistió en el Zócalo en que la iniciativa petrolera presidencial es, y sus huestes evitaron que se entreguen a particulares nacionales y extranjeros la perforación, la refinación, la petroquímica, el transporte, los ductos y el almacenaje del petróleo.

Que Pemex quedará reducida a simple abastecedora de crudo, sin posibilidad de usar su potencial energético para el desarrollo económico independiente del país.

Que cualquier pleito legal con extranjeros se dirima en tribunales internacionales y en cualquier pleito legal con extranjeros se dirima en tribunales internacionales y no en los nacionales y que haya manos libres para manipular a Pemex.

Esto y más; es una gravísima acusación con efectos penales por los acusados, por el denunciante, o para el denunciante si los acusados prueban cualquier falsedad.

Ahí está, pues, la ley por si requieren emplear desde ahora la historia de sus tiempos.

En otra parte, ayer AMLO evidenció que su verdadero debate ya no va a ser en el Congreso de la Unión, sino en el país entero con sus, dijo, cien mil brigadas hoy, y 200 mil muy pronto, con los que entrará en comunicación de manera permanente, dijo, con diez millones de familias.

De ese tamaño AMLO intenta desplegar su movimiento, pero a eso se agrega que en Baja California el comandante militar, el general Sergio Aponte, ha ganado la confianza de la sociedad, si bien hacia el Ejército, luego de la frustración que significaran las promesas incumplidas de los cuatro últimos gobiernos, todos panistas, de esa entidad, respecto de la seguridad general y de la lucha contra el narcotráfico.

Aponte logró así lo que el PRI no pudo y ahora los bajacalifornianos confían en las Fuerzas Armadas, luego de que han exhibido la calidad de los funcionarios panistas locales.

Cuando por allá, en 1979 u 80, el periodista Juan Ibarrola planteó en la revista Impacto la posibilidad de que las Fuerzas Armadas tomaran el mando, incluyeran ordenes en el país, el entonces presidente López Portillo me dijo que todo le podía permitir a la libertad de expresión en México menos acciones de esa naturaleza.

Pero bueno, si las acciones han sido originadas por un comandante militar contra la conducta de autoridades civiles, y éstas han sido del partido del Presidente ¿qué le corresponde hacer a Calderón?

Calderón conoce las acusaciones del comandante militar en Baja California y ahora le toca jugar la baraja ¿qué carta va a destapar? Bueno, como diría Shakespeare: "esa es la cuestión". Duración 3´56´´, ys/m.