Joaquín López-Dóriga, colaborador: Cuando se hizo pública el acta del registro de una pequeña en la que aparece el nombre de Santiago Creel como padre de la criatura, lo consideré un tema del ámbito de su estricta vida privada.

Luego se documentaría la existencia de otra acta en la que cuatro años antes la madre había registrado a la misma niña con sus apellidos y no aparecía registro paterno.

Al publicar la revista "Mi Guía" las dos constancias oficiales del registro de la pequeña, lo que recogerían la mayoría de los medios, Santiago Creel llamó a los reporteros que cubren las actividades del Senado, cuya Mesa Directiva preside, para reconocer la validez del acta publicada y pedir, dijo, respeto para la niña.

En su momento comenté que esta última parte, pedir respeto para la niña, era innecesaria, toda vez que nadie, absolutamente nadie, excepto él, le había faltado al negarse civilmente a reconocer su paternidad, lo que la madre llevó con toda discreción.

Ahora, ese plano de discreción lo anularon con filtraciones y la exclusiva a la revista "Hola", con portada a color de ambas y entrevista a la progenitora, abriendo la puerta al público de lo que habían mantenido reservado.

Ya no podrán, pues, invocar a la privacidad que por voluntad personal rompieron, al llevar esa vida privada a los medios públicos. Duración 1´03´´, ys/m.