Carlos Abascal, colaborador: Hoy quiero referirme a una entrevista que me hizo un periodista en el que me cuestionaba sobre por qué el gobierno del presidente Calderón realiza acuerdos, por ejemplo, con la profesora Elba Esther Gordillo, a quien ese periodista calificó de ser una persona totalmente desprestigiada e indeseable, en la visión de este reportero y, por lo tanto, a su juicio no debiera el gobierno realizar acuerdos, como el acuerdo educativo, con ella, o no debiera el gobierno realizar acuerdos con, por ejemplo, el gobernador de Puebla, que está cuestionado porque a decir del periodista eso mancha la imagen del panismo y del propio Presidente, y entonces eso dio lugar a una reflexión que a mí me parece muy importante.

El Presidente de la República tiene un conjunto de facultades previstas en la Constitución y desde luego ya no tiene una serie de facultades que se llamaban metas constitucionales, es decir, más ella de la Constitución, como para quitar y poder gobernadores, como para quitar y poner líderes de diferentes organizaciones sindicales y de otro tipo, sino que hoy el Presidente de la República y desde hace seis años, desde el año 2000, tiene qué ceñirse estrictamente al mandato constitucional.

Yo creo que debe quedar muy claro a los ojos de la ciudadanía que uno de los retos que tiene la democracia mexicana y que tiene que ser modelado por el Presidente de la República es que se tienen qué respetar las instituciones pésele a quien le pese, porque las instituciones son la expresión organizativa de la sociedad mediante las cuales la sociedad ha decidido irse organizando para darle estabilidad, confiabilidad, visión de largo plazo a la organización política de la comunidad. Duración 2´41´´, ys/m.