Ramón Pieza Rugarcía, colaborador: Trato de entender varios retos que está haciendo el señor presidente Calderón (Felipe Calderón Hinojosa) a los Estados Unidos. Me voy a remontar un poco hacia la historia de México para entender que efectivamente ahí hay un problema serio y habría que entender hasta dónde se puede llevar el asunto de los retos.

No sé si estos retos que está haciendo el señor presidente Calderón son propositivos y son por un asunto de dignidad presidencial y de dignidad de nuestro país o bien se trata de retos exclusivamente establecidos para el consumo de los medios y de la propia sociedad.

El primer reto que resulta es el de la seguridad compartida, el de "México pone los muertos, Estados Unidos pone los consumidores". Entonces tenemos que compartir todo este proceso y este asunto.

El segundo reto fue el real o aparente rechazo de los 350 millones de dólares del Plan Mérida que en un momento dado entró con 500, bajó a 400, cerró en 350 y definitivamente ahora dice el Presidente que el Plan Mérida ya tiene una serie de condiciones aceptables y que habría que ver si es que EU sigue en ese tipo de asuntos para poder aceptarlo.

Cuando fue a España recientemente, fue buscando entre otros, seguramente a los de la empresa española Repsol, esta empresa que se dedica a cuestiones de carácter petrolero y energético en general. Y recordemos lo que hizo aquel coordinador de campaña que tuvo el propio presidente Calderón durante su contienda, el señor Solá que ha sido motivo de varias críticas y que no ha habido respuesta, tal vez o porque no la haya o simplemente que no da la gana que se sepa que hay un embajador plenipotenciario en materia de venta en España.

Estados Unidos al igual que en la Segunda Guerra Mundial, y aquí va un poco la parte histórica, pareciera ser que reclama como suyo el petróleo. Desde luego la parte que fue nacionalizada de EU fue muy pequeña, hubo mucho más de parte de Gran Bretaña, hubo de otros países, pero la parte estadounidense no fue tan importante.

No aceptó aquellos bienes que acordó con Ávila Camacho de los alemanes, que quitó a los alemanes sus bienes y se los entregó a EU. Se hizo así un convenio de pagos en 1942 pero pareciera que esto no fue suficiente.

Las presiones de ese entonces, pues me parece que pudieran ser iguales a las que hay ahora. Estados Unidos a México le permitió explotar el petróleo, pero para consumo doméstico y asÍ se mantuvo hasta el gobierno de Echeverría. Ya cuando llega José López Portillo se abre el esquema de exportación en una forma franca y decidida, vender al extranjero, puerta de Estados Unidos, pues prácticamente estaba prohibido el propio Estados Unidos.

En la actualidad Estados Unidos tiene un fracaso muy serio en materia petrolera en Irak, en Afganistán. El proyecto de control de todo el asunto petrolero pues pasa a una condición de primacía de mucha importancia.

La enemistad con Irán, ése es otro asunto, que también se coloca frente a la imposibilidad de acceder a esos mantos petroleros, y lo mismo pudiera pasar con Venezuela, aunque ahí todavía no queda claro.

Hay una enorme soberbia de parte de los sauditas, porque saben de antemano que en sus producciones se encuentra la posibilidad de subir o bajar el precio del petróleo. Igual de soberbios están los Emiratos Árabes Unidos.

Vuelven de nueva cuenta entonces Estados Unidos los ojos a México, y recuerda aquel asunto de una compañía de inversión México-americana que se llamaba Las Cimas, en aquel entonces, y se establecieron ahí los contratos de riesgo.

Es muy interesante porque fue en esta época, no fue sino hasta cuando Ruiz Cortines los anuló, pero antes existían estos contratos de riesgo con aquella corporación que se llamaba Cima.

Las artimañas del Gobierno Federal sobre lo que hay de información de lo que tenemos o no tenemos en México en materia petrolera, pues han dejado a una sociedad totalmente desconcertada: que si aguas someras ya no se habla de ello, que si aguas profundas, que si la zona fronteriza, que si el popote, todas las cosas que nos han venido estableciendo y estructurando.

Pero la insistencia gringa hace suponer, y creo que con bastante razón, que en México hay bastante, muchísimo petróleo, se pasan pues el asunto de Ruiz Cortines de haber anulado la posibilidad de los contratos de riesgo por el arco del triunfo, por esa razón quieren modificar los esquemas jurídicos.

Ofrecerle a España es un poco picarle la cresta a los gringos, aunque si los españoles llegaran a entrar aquí a México lo venderían a los Estados Unidos, pero la propiedad sería de España y no de los Estados Unidos y seguirán reclamando lo que es propio.

Seguir pellizcando a los Estados Unidos sin establecer un criterio serio de romper relaciones, pues resulta totalmente infantil; es un juego bastante perverso que no conduce absolutamente a nada, es darle de palos al avispero: van a salir las avispas y necesariamente te van a picar.

Y como ya no es el Presidente de las derechas sino el Presidente del centro, pues esto todavía puede ser un reto más importante, todo mundo está en el centro, ésta es la psicología del ombligo, que está en el centro del cuerpo y no sirve absolutamente para nada porque faltan definiciones.

Calderón tiene una opción que es la de ver la posibilidad de un Andrés Manuel López Obrador como una fuerza real para oponerse, si es que quiere darle piquetes a los Estados Unidos, pero si no, preferirá agredirlo y destruirlo con lo cual va cerrando las puertas a la oposición a una realidad que no sabemos si el Presidente la quiere o no, no sabemos si quiere entregar o no el petróleo; por momentos parece que sí, por momentos parece que no.

Si uno escucha a los panistas, yo la verdad me carcajeo cada vez que escucho las defensas que hacen, pero también me carcajeo de las agresiones, o sea realmente es una locura. Duración 10’44”nbsg/m