Fue inevitable que buena parte de la discusión pública se haya concentrado en el caso de la pena de muerte; nuestra sociedad trae sus signos evidentes de impotencia, vivimos una situación de carácter interno muy difícil, muy complicada de lo que es el desarrollo, diría, de cómo poder controlar, cómo poder acabar con la violencia que nos envuelve.
En la definición básica de la violencia están los hechos claramente establecidos, resulta que una delincuencia que está actuando de manera verdaderamente insistente y brutal y que esta delincuencia, la del narcotráfico, se encarga de tener enfrentamientos entre ellos, pero que cada vez llega más a la población civil.
Hay esta delincuencia que hemos vivido de manera muy dramática en los últimos años, que es la industria del secuestro, al ver la complicidad en ambos casos, de la delincuencia y de las autoridades, y que cada vez se actúa de manera más brutal, ¿cómo resolvemos el problema?
Entonces se coloca la pena de muerte como la posibilidad de resolver ese problema, como si eso acabara con los secuestradores y narcotraficantes.
Ante todo esto toma una decisión, debido a que tiene un control real sobre su Congreso, coloca el tema en la mesa, lleva a los diputados entre convencidos y presionados a que digan que sí a la pena de muerte y acaban instrumentando el asunto al interior del estado de Coahuila.
Con todo esto que le digo, simplemente en este punto de lo ligero, en este punto de "Vamos a ver cómo resolvemos lo extremo", se aplica la pena de muerte en el estado de Coahuila como una solución.
Pensar que los secuestradores aparecen por arte de magia y no son producto de una sociedad, me parece que es irresponsable, este modelo de vida, esta forma en la cual convivimos produce también estos extremos, individuos que llevan esta característica y asumen estas condiciones y que vienen de ser penadas, la gran pregunta es ¿quién culpa a quien?, ¿qué certidumbre tenemos de que al aplicarla estamos actuando bien?
Me sorprende cómo Manlio Fabio Beltrones, líder de los priistas en el Senado es ambiguo al contestar sobre el tema, debería de decir "No" y punto. Una cosa, en abierta discusión, nadie niega que se discuta, discutámoslo, pero uno debe dejar claramente esclarecido sí o no. Duración 9’23”/nbsg/m.