La legisladora María Rebeca Terán, del PRI, presentó una iniciativa que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley General de Educación para combatir la deserción escolar estableciendo la obligatoriedad de la educación media superior.

La integrante de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables en la Cámara de diputados destacó que establecer su continuidad refuerza al sistema en conjunto y dota a los jóvenes de mayores posibilidades de obtener una educación de calidad.

Consideró impostergable enfrentar la crisis educativa actual para superar el atraso educativo y cumplir el mandato constitucional de garantizar la obligatoriedad del nivel medio superior en todo el país.

Cada año desertan o no ingresan a la educación básica 630 mil niños y adolescentes, que se suman a los 31 millones 900 mil jóvenes mayores de 15 años en rezago educativo, precisó.

En México 41.8 por ciento de la población mayor de 15 años se encuentra con rezago educativo; una de cada seis personas de este segmento poblacional (17.7 por ciento) no aprobó ni el primer grado de primaria, señaló la legisladora.

Como consecuencia de ello, indicó, su promedio de escolaridad es de apenas 8.5 grados, es decir, escasamente cuenta con segundo grado de secundaria.

Explicó que la demanda para incorporarse a estudios de nivel medio superior rebasa la oferta del Estado, por lo que “muchos estudiantes ven truncadas sus posibilidades de continuar estudiando”.

“Lo cual obliga a incrementar las tasas de cobertura y brindar oportunidades a jóvenes en edad de cursar este nivel educativo”, aseveró.

La representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) apuntó que de las personas que no tienen instrucción, 93.2 por ciento carece de servicios de salud y 76.7 por ciento gana menos de dos salarios mínimos o no recibe ingresos.

En tanto, 80 por ciento de personas con nivel de instrucción media superior y superior trabajan en empresas, comercios e instituciones, anotó.

“En la medida que disminuya el rezago educativo, los jóvenes podrán desarrollarse como seres humanos responsables, capaces de continuar su aprendizaje de manera autónoma que les permitirá ser participativos y productivos y alejarse del actual contexto de violencia”, expuso.

Al garantizar el nivel medio-superior, aseveró, se brindarán mayores oportunidades, certidumbre y perspectivas de mejor futuro a jóvenes que actualmente deben decidir entre incorporarse a la vida laboral o continuar sus estudios.