Para esclarecer las anomalías y dudas en torno a la licitación de 240 mil computadoras para niños de 5º y 6º de primaria de los estados de Sonora, Colima y Tabasco, hecha por la Secretaría de la Educación Pública (SEP), el titular de esa dependencia, Emilio Chuayffet, se reunió con los diputados integrantes de las comisiones de Agenda Digital y Educación de la Cámara de Diputados.

Ante los legisladores, el funcionario federal rechazó tajante que haya existido falta de transparencia en la compra de los equipos, para los cuales, la Cámara de Diputados aprobó un presupuesto de mil millones de pesos.

En medio de críticas reiteradas por la fallida licitación, que debió cancelarse a última hora, debido a que la empresa ganadora cambió de proveedor de los equipos a última hora y no pudo presentar las pólizas de fianza requeridas en la licitación, aseguró tajante que la SEP nada tiene que esconder y el concurso fue muy claro.

Recalcó que habrá sanciones por el incumplimiento y la SEP pedirá que se apliquen las penas máximas que marca la ley, es decir, una multa de 50 a mil salarios mínimos y que se cancele hasta por cinco años el registro como proveedores, por incumplimiento, pues el daño provocado por el retraso no es menor.

Tras aseverar que es cuestión de horas para que se conozca el nombre de la nueva ganadora de la licitación, y que la SEP analiza si puede ser la segunda o tercera empresa que participaron en la licitación original, puntualizó que en caso de otorgar el contrato a los segundos participantes, el costo por computadora se incrementaría un dólar; mientras que si se opta por el tercer ponente, el costo subiría hasta en 17 dólares por equipo.

Aún así, agregó, no se superaría el monto de mil millones de pesos presupuestado por los diputados federales.

Dijo que el programa debe entrar en marcha a la brevedad, pues la meta es entregar, para el año entrante, 5 millones de computadoras a igual número de niños de los dos últimos años de primaria, pues así lo prometió el Presidente de la República.

Tras puntualizar que los equipos a distribuir, se espera que sea a tiempo para el siguiente ciclo escolar, ya tienen precargados los materiales didáctico-educativos en video, audio, y otras modalidades multimedia, elaborados por la SEP, retomados del Programa Enciclomedia y otras instituciones, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no será necesario que en las escuelas o las casas de los beneficiarios haya red de internet.

Y aunque no tendrán seguro contra robo, aseguró, el diseño y color serán inconfundibles, aunado a que las familias podrán solicitar vía telefónica, que en caso de pérdida o sustracción, se aplique un bloqueo que hará inservible el equipo.

Aclaró que la SEP decidió comprar “laptops” y no tabletas u otro tipo de computadora porque los diputados establecieron expresamente en el Presupuesto 2013 que debían ser “laptops”, además de que las tabletas, presentan la desventaja de requerir necesariamente del internet para ser viables.

Agregó que ni la marca ni el nombre del equipo o del proveedor fueron importantes en la licitación, que en suma, le costó 220 dólares por unidad a la SEP, lo que significó un ahorro final de 227 millones de pesos.

Recordó que para garantizar la transparencia de la compra, se pidió a la Función Pública designar a un observador o “testigo social”, que resultó ser la organización Transparencia Mexicana; mientras que la Comisión Federal de Competencia (COFECO), recomendó que para no limitar la participación de empresas, no se pusiera como requisito a los empresarios que sus negocios tuvieran precisamente qué ver con computadoras.

Recalcó que la licitación se dividió en tres partidas, con el fin de que pudieran

participar hasta tres postores, a lo largo del proceso ninguno de los contendientes descartados impugnó legalmente las decisiones y como la Ley de Adquisiciones no lo indica, nunca se consideró como causal de nulidad de la licitación, que la empresa cambiara de fabricante en el último minuto.

Al afirmar que la SEP está comprometida con la rendición de cuentas, ofreció tomar medidas para dar seguimiento más puntual a las siguientes licitaciones.

De hecho, planteó que se estudia integrar al contrato a firmar una serie de cláusulas penales, para que se “pague en serio” cualquier incumplimiento en el proceso, como ocurrió en el primer intento.

Sin embargo, aseguró que ello también está en manos de los legisladores, a los que recomendó analizar los términos de la Ley de Adquisiciones, para que obligar a todo contratista a exhibir sus respectivas fianzas y establecer penas ante cualquier incumplimiento, como el cambio intempestivo de fabricantes.

A los pocos legisladores que se animaron a cuestionarlo, respecto a si la SEP “se dejó engañar” por empresas que le ofrecieron lo que no tienen a cambio de un contrato público, si no se investigó de antemano a los concursantes, cuándo podrán repartirse los equipos prometidos a los menores, si estos contarán con mantenimiento y seguro contra robo, cómo se capacitará a los maestros que no saben usar computadoras y si el equipo dependerá de que en las localidades en que se distribuya exista internet, el titular de la SEP empezó por decir que no se dejaron engañar.

Aseguró que la ley no establece en ningún precepto que contemple como causal para rescindir contratos que cambien a última hora de fabricante o que tuvieran qué ver directamente con el rubro de la computación para ganar la compra.

Recalcó que los equipos no necesitarán internet, pero tienen un sistema de control parental que cubre entre un 85 y 90 por ciento el acceso a sitios que no tengan qué ver con el tema educativo.

Reconoció que los tres proveedores incumplieron los requisitos establecidos, al no presentar la fianza necesaria; sin embargo, atajó, el pasado viernes 5 de julio dijeron tener una carta de crédito que está sujeta a análisis.

No obstante, fue insistente al indicar que la SEP no se dejó engañar, ya que solo se guió por lo que marca la ley, que establece que la exhibición de la fianza, debe hacerse solo hasta después de firmado un contrato. ys/m.