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• La Ley para la Conservación y Restauración de las tierras, aprobada en comisiones, pretende revertir esta situación
• Se perdió el 30 por ciento de los bosques y selvas del país

La pérdida de utilidad agrícola de 10 mil hectáreas anuales por causa de acumulación de sales, ha sumado una superficie de 425 mil hectáreas. que han dejado de ser aptas para la producción agrícola, situación que de continuar en ascenso ocasionaría que México pudiera convertirse en un gigantesco erial.

Lo anterior se advierte en el Dictamen por el que se crea la Ley para la Conservación y Restauración de las tierras, donde también se destaca que se han perdido el 30 por ciento de los bosques y selvas ante lo cual, con un esfuerzo enorme, solamente se han alcanzado a reponer por reforestación 200 mil hectáreas anuales en los últimos dos años.

Además las plantaciones comerciales son incipientes y los incendios afectan anualmente un promedio de 276 mil hectáreas de las cuales el 34 por ciento son arboladas y alrededor de un quinta parte de ellas resultan dañadas.
En el documento se establece que entre las principales causas inmediatas de la deforestación está el cambio de utilización de las tierras para fines agropecuarios, debido a la dinámica económica que ejerce presiones al no existir una valoración de los servicios ambientales y la biodiversidad, así como la presencia del narcotráfico y la aplicación de esquemas de concesiones de aprovechamiento forestal con escaso beneficio para los dueños de los recursos.
Y la reducción de las superficies arboladas tiene como consecuencia una tasa de extinción de 5 a 6 especies por año.

Ante este panorama las comisiones de Unidas de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Agricultura y Ganadería y Desarrollo Rural aprobaron la nueva Ley, a fin de combatir los procesos de degradación de las tierras en el medio rural, fomentar su restauración, mejoramiento y conservación para mantener su calidad y cantidad.

Lo anterior se logró después del trabajo de 11 foros regionales y uno nacional donde participaron las Comisiones unidas de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Agricultura y Ganadería y Desarrollo Rural.

El dictamen de Ley, que será presentado al pleno, protege el suelo, evita su deterioro, la contaminación o cualquier factor de degradación que disminuya la capacidad productiva de la tierra.

De igual forma, promueve el manejo sustentable del suelo y de los recursos naturales para contribuir al incremento de la producción y mejorar los niveles de bienestar social sin afectar la biodiversidad de los ecosistemas.

El diputado Antonio Mejía Haro (PRD) promovente de la Ley precisó que se pierden al año 600 mil hectáreas y su capacidad reproductiva del suelo, por erosión y el mal uso de fertilizantes.

En tanto el presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, Cruz López Aguilar (PRI) explicó que como parte de las reformas se transformará la Comisión Nacional de Zonas Áridas por la Comisión Nacional de Lucha contra la Desertificación, entre cuyas atribuciones estará el establecer unidades de coordinación y atención al público en los distintos polos de desarrollo rural, planear y ejecutar programas especiales para prevenir o controlar la degradación del suelo.

Dicha Comisión estará dirigida por un Director General, designado por el titular del Ejecutivo Federal, precisó el diputado.

También, se crea el Fondo Nacional para la Lucha contra la Desertificación, a fin de apoyar la formulación y ejecución de proyectos y programas para la conservación y restauración de tierras.

El Fondo se podrá integrar con las asignaciones de entidades y dependencias de los tres órdenes de gobierno, los créditos y apoyos de organismos internacionales, impuestos con destino específico, así como cuotas y derechos designados para tal efecto.