• Foro Internacional organizado por la Comisión de Salud

En México no se han registrado casos del VIH SIDA por transfusión sanguínea, desde hace aproximadamente cinco o seis años; el principal mecanismo de transmisión sigue siendo el contacto sexual no protegido, declaró el diputado José Ángel Córdova Villalobos, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.

En el Foro Internacional sobre Seguridad Sanguínea en los Estados Unidos Mexicanos, el legislador del PAN agregó que como resultado del estricto control sanitario en el ámbito nacional han ido desapareciendo las antiguas prácticas de lucrar con la sangre. “Está absolutamente prohibido que los bancos compren y vendan, y deben tener métodos de detección de SIDA, lo que ha evitado el riesgo de trasmisión del virus”, aseveró.

El legislador hizo un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia de la importancia de la donación voluntaria, ante el déficit existente pues cada vez son más las necesidades.

Citó que los accidentes se han convertido en la cuarta causa de muerte; en tanto que la hemorragia durante el parto, es de las más frecuentes en cuanto a mortalidad materna, “y esas vidas podrían ser salvadas si tuvieran sangre a su disposición”. Añadió que los transplantes de órganos como el del hígado, pueden requerir hasta 30 unidades.

Mencionó que en nuestro país hay aproximadamente 70 mil casos de enfermos de SIDA que están en tratamiento. Los portadores reconocidos son alrededor de 150 mil a 170 mil, “aunque esta cifra puede ser engañosa porque no todos se hacen la prueba y entonces pudiera haber hasta 250 mil portadores”.

Recordó que la Cámara de Diputados aprobó un presupuesto de 565 millones, para que todos los enfermos con SIDA tengan tratamiento con medicamentos antirretrovirales de manera gratuita. “El problema de los medicamentos es de distribución y organización, de acuerdo al cálculo de los casos registrados hay suficiente para todos los enfermos declarados de SIDA en el país”.

Subrayó que gracias al trabajo y esfuerzo realizado por las instituciones de salud y el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea la calidad de vida del paciente no se modifica después de una transfusión.

Por otra parte, Córdova Villalobos aseguró que si se adoptan y adaptan los programas que existen en otros países seguiremos avanzando, no sólo en la donación de sangre sino también en la de órganos, ya que representa la única solución para mejorar la calidad de vida de muchas enfermedades crónicas.

Agregó que se ha dado un paso importante al dejar atrás el interés lucrativo, pero es hora de impulsar el espíritu y voluntad por la donación. Dijo que es necesario desarrollar una industria que utilice los productos de sangre para otros elementos que se pueden obtener del plasma.

El legislador sostuvo que la importancia de este Foro radica en la necesidad de conocer la situación que vive México para de esta manera ayudar en la construcción de nuevas iniciativas, dictámenes y leyes que ayuden a resolver los problemas.

“Todo tiene que estar perfectamente coordinado para que vayamos adaptando nuestro marco jurídico a la realidad de nuestro país, que evoluciona y cambia, evidentemente, en materia de salud de una manera mucho más rápida”, aseveró Córdova Villalobos.

Los ponentes coincidieron con el legislador al asegurar que en 1987 México dio un gran paso al reformar la norma técnica que permitía la remuneración de la donación sanguínea para establecer que sólo lo podían hacer los familiares de pacientes y personas de manera altruista.

Al hacer uso de la palabra el doctor Ramiro Bonifaz, Coordinador de los Bancos de Sangre de las Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAES), indicó que es imprescindible fomentar la donación periódica de sangre ya que su transfusión se ha visto incrementada por la creación de unidades de terapia intensiva, transplantes de órganos, tratamientos contra cáncer y accidentes.

Explicó que se debe trabajar para obtener sangre segura por medio de la donación voluntaria, así como fortalecer nuestras reservas de componentes con una restricción en la administración de éstos, buscando primero terapias alternas.

Posteriormente, el Doctor Manuel Urbina Fuentes, Subdirector General Médico del ISSSTE, señaló que dado a las innumerables contingencias y circunstancias que se pueden presentar en nuestro país debemos estar preparados para enfrentar cualquier tipo de demanda.

Es por ello que el control de calidad sanguínea y sus componentes deben ser parte de las nuevas orientaciones a reforzar en los diversos ámbitos de competencia.

El Director General del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, doctor Rafael Antonio Marín y López, dijo que en el país aún no existe una red de donación ya que cada quien se guía hacia donde quiere, por lo que se tiene que hacer un esfuerzo para captar voluntarios.

Precisó que la ausencia de los Comités intro hospitalarios, provoca que no haya control y captación, cuando a nivel nacional los fines de semana, aumenta el número de transfusiones.

Sostuvo que hace falta tecnología, manufactura con control de los productos sanguíneos, así como equipo para trasladarla. El reto es el apoyo tanto de instituciones, dependencias de salud, así como de los legisladores.

Marín y López informó que el Seguro Social, a pesar de tener menos bancos, capta más del 40 por ciento, mientras que la Secretaría de Salud, tiene más, pero atrae menos, al igual el ISSSTE, por lo que demuestra que el hecho de tener un mayor número de bancos provoca una menor captación.

Señaló que deben buscarse más donaciones voluntarias para evitar el desabasto, así como implantar una red de servicios de salud.

En su intervención el doctor José R. Cruz, integrante de la Organización Panamericana de la Salud, en Washington, E.U.A, puntualizó que en México del 2000 al 2003, la participación de los ciudadanos en los programas de donación, ha tenido un incrementó al haber 349 bancos de sangre hasta el 2003.

Mencionó que para enfermedades crónicas como el VIH-SIDA y la Hepatitis tipo B y C hay mejoría en la donación, aunque destacó que sólo el 8 por ciento de los centros es para la Hepatitis B, el 3 por ciento para la Hepatitis C, y el uno por ciento para el VIH-SIDA, situación que pone a las transfusiones en peligro de sangre contaminada.

Subrayó que una de las grandes limitantes es la forma en que están organizados los servicios de atención a los donantes, por lo que se debe trabajar en una educación de participación.

Precisó que en México sólo se tiene el 6 por ciento de donación voluntaria; es decir, una tasa de 11 por mil habitantes, por lo que hay un déficit al respecto. Agregó que debe haber una seguridad en la sangre, de lo contrario se podría adquirir de dudosa procedencia.

Sostuvo que uno de los retos más importantes para los próximos cinco años, es la reducción de mortalidad y el cuidado de los pacientes, a fin de adquirir sangre segura, para quienes la requieren, a través de una planificación, es decir estimando la necesidad de esta.

En el mismo sentido el director de Banco de Sangre de la Universidad de Texas, el doctor Alexander Indrikovs, señaló que las transfusiones seguirán siendo peligrosas a pesar de los trabajos que se hagan en relación a ello, siempre y cuando exista el elemento humano.

Precisó que uno de los problemas que hay en las transfusiones es el nivel de los doctores en relación con la transfusión. Indicó que las transfusiones son un peligro, y una de las primordiales causas de muerte en varios países.