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• Una industria embotelladora obtiene ganancias aproximadamente del mil 100 por ciento

Aunque México es uno de los mayores consumidores de agua embotellada y refrescos en el mundo, hay una estimación de que entre el 30 y 45 por ciento de la ciudadanía tiene algún tipo de irregularidad en el pago por el servicio de este líquido a sus domicilios, aseguró el diputado Fernando Adame de León, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos

Para abundar en el tema señaló que “la población puede pagar sin problema de cinco hasta 30 pesos por botella de agua, pero no desea pagar de 30 a 70 pesos al mes por el servicio de agua a sus domicilios”, lo que significa que no se invierte lo necesario por la falta de contribuciones.

Lo anterior provoca que no se tenga inversión en cuestiones hidráulicas, por dificultades presupuéstales a nivel federal, estatal y municipal; por ello, el legislador hizo un llamado a los habitantes para que evalúen el gasto en botellas de agua, y se recapacite acerca del impacto que pueden tener al no hacer la inversión correspondiente por el servicio que recibimos, manifestó que los recursos se van fácilmente a los industrias embotelladoras.

Se le cuestionó, si por la falta de calidad de agua potable la población prefiere consumir agua embotellada a esto indicó que poco a poco ha disminuido la calidad del agua, porque se obtiene de mantos acuíferos o se sustrae de lugares lejanos donde las cuencas están contaminadas, agregó que la publicidad es un factor importante para su consumo y la comodidad de beber agua de cálida sin complicaciones.

De igual forma, dijo se debería analizar la problemática porque la gente piensa que comprando agua en garrafón o embotellada resuelven los problemas de escasez y calidad, “no queremos pagar y estamos dispuestos a hacer cualquier movimiento social para no pagar y eso es peligrosos para un país como el nuestro” preciso el legislador priista.

Indicó que a la ciudadanía no le gusta pagar y tampoco desea que se suspenda el servicio, pero esto no podría ser porque el acceso al agua potable es un derecho fundamental que compromete la existencia de los seres vivos; todos los municipios y estados tienen este problema en mayor o menor magnitud, enfatizó el diputado.

Adame de León apuntó que una industria embotelladora obtiene ganancias aproximadamente del mil 100 por ciento, posiblemente sea uno de los negocios más lucrativos en el país, porque existe una brecha impresionante entre el costo de producción y utilidades de estas compañías, afirmó que probablemente más adelante se debería regular estos negocios e invitarlos a invertir y a si garantizar el suministro de agua en cada uno de los hogares del país.

Al respecto menciono que se debería trabajar en la reglamentación, y a través de un foro establecer la necesidad de inversión “porque el agua es materia prima para su negocio, entonces sería una invitación abierta, también se buscaría un acuerdo junto con la Cámara de Comercio, con organismo industriales y con los operadores de los diferentes estados y municipios.

Resaltó que la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional de Agua son las encargadas de la verificar la calidad del agua embotellada, ya que es un producto para consumo humano.

Reconoció que México también sufre de escasez de agua, sobre todo en estados como Oaxaca, Chiapas y Veracruz, al no contar con la disponibilidad de recursos que se requieren para el suministro de este líquido, además de la dificultad de acceder a comunidades para su distribución por la dispersión que tienen los pueblos todo esto genera un círculo vicioso entre más pobres menos posibilidades de obtener los beneficios del agua.

Señaló que otro problema es que en nuestro país no existe la cultura del rehusó, si se reutilizará probablemente tendríamos un ahorro muy importante de casi el 50 por ciento.