• Se deben proponer e impulsar reformas a la normatividad del sistema penitenciario

De continuar en los reclusorios de alta seguridad la compra de autoridades, custodios, tráfico de armas y la pelea del control de estos centros de readaptación por internos de alta peligrosidad involucrados con los cárteles, no debería de descartarse la posibilidad, como medida extrema, que el Ejército tomara el control de los Ceferesos, aseguraron diputados del PRI, PRD, integrantes de la Comisión de Seguridad Pública.

El secretario de la Comisión Heliodoro Díaz Escárraga (PRI), afirmó que el crimen organizado superó a las instituciones penales de alta seguridad, por lo que sería pertinente que tanto la Policía Federal Preventiva y el Ejército mantuvieran el control de estas cárceles.

Agregó que el Ejército goza de la confianza absoluta de la sociedad, al tiempo que se conoce de su labor diaria en materia de combate al narcotráfico, por lo que sería positiva su participación.

El legislador José Eduviges Nava Altamirano (PRI) y Lizbeth Rosas Montero (PRD) coincidieron en que los altos funcionarios encargados de los Centros Federales de Readaptación Social no cuentan con el perfil idóneo para dirigirlos aunado a que, en muchas ocasiones los servidores públicos encuentran como sitios de enriquecimiento ilícito los penales de alta seguridad.

Expresó Rosas Montero que como medida urgente para erradicar los vicios que prevalecen al interior de los Ceferesos es necesario trabajar desde el legislativo con reformas al sistema penitenciario, que unifiquen la norma operativa de estos centros de readaptación.

La diputada perredista dijo que la participación del Ejército en Ceferesos podría iniciar con una prueba piloto en uno de los penales de alta seguridad, con el objeto de conocer los alcances de dicha participación, ya que hacerlo de manera inmediata podría generar enfrentamientos con el crimen organizado.

Sin embargo señaló que es necesario, antes de llegar a estas medidas extremas, que los encargados de estos centros cumplan a cabalidad con las normas bajo las que se rigen los Ceferesos y tener personal que realmente conozca de la materia.

Agregó que las cárceles de alta seguridad se cuenta con equipo sofisticado para detectar desde armas hasta sustancias nocivas, sin embargo se mantiene sólo guardados sin darle el uso correspondiente.

Al recordar que al menos cada año a los penales de alta seguridad se destina un presupuesto de mil 500 millones de pesos su manejo es discrecional.

El diputado priista José Eduviges Nava Altamirano señaló que hoy los funcionarios encargados de guardar el orden en los Ceferesos dan muestra de un alto nivel de incapacidad, por lo que es urgente removerlos y sustituirlos por personal capacitado y alejado de intereses partidistas y económicos.

Nava Altamirano se manifestó a favor de que los funcionarios públicos requieren a trabajar fuera de intereses personales y de colores partidarios, ya que actualmente los mexicanos han dejado de creer en quienes están encargados de dirigir las riendas de la nación.

Tanto el diputado Nava Altamirano como la legisladora Rosas Montero se pronunciaron por la destitución del comisionado Carlos Tornero, encargado general de los Ceferesos, toda vez que cobijarse en las llamadas "altas traiciones" no justifica lo que acontece en las cárceles de alta seguridad.

Por su parte, el diputado Fernando Alvarez Monje (PAN) dijo que los directivos de estos centros han dado muestras de su compromiso por cumplir a cabalidad con la responsabilidad que les fue conferida; por lo que hablar de destituciones es adelantar hechos.

Descartó que exista irresponsabilidad por parte de estos funcionarios y se pronunció por trabajar en favor de la capacitación, mejora de sueldos del personal y con ello se evitaría la corrupción que impera dentro de los Ceferesos.

El diputado dijo que es necesario hacer una limpia del personal que no está comprometido con los altos mandos que les han brindado su confianza para desempeñarse en los penales y sustituirlos por quienes conocen de responsabilidad y están alejados de la corrupción.