• Compareció Luis Ramírez Corzo ante la Tercera Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente

Legisladores de la Tercera Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente, cuestionaron al director de Petróleos Mexicanos, Luis Ramírez Corzo, sobre las causas, consecuencias, atención a reclamaciones y acciones a futuro de la paraestatal respecto de los accidentes petroleros que a últimas fechas se registraron en los estados de Veracruz y Tabasco.

Además, manifestaron su preocupación por la situación financiera que atraviesa la empresa más importante del país, así como por la frecuencia con que ocurren los incidentes que han generado pérdidas millonarias y las afectaciones que no se limitan sólo al ámbito industrial sino al ecológico, por lo que urgieron la aplicación de programas preventivos para evitar desastres mayores.

Al respecto, el diputado Francisco Xavier Salazar Diez de Sollano (PAN), presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, destacó que los percances ponen en evidencia que una causa fundamental de los mismos es la falta de recursos que hay en Petróleos Mexicanos y sobre todo, los dedicados al rubro de mantenimiento.

Otro aspecto dijo, es que desafortunadamente fue un error no haber tomado en cuenta la propuesta de la Comisión de Energía, que incluso se votó en la Comisión de Presupuesto, para que los excedentes petroleros, que ascendían a 9 mil 700 millones de pesos, se hubieran aplicado a la misma empresa.

“La Comisión y los representantes de todos los partidos insistimos en ello y desafortunadamente no se hizo, esos recursos hubieran sido, en estos momentos, de gran alivio”, subrayó.

En tal sentido, el diputado de Acción Nacional refirió que se hace necesario seguir insistiendo en la aprobación del nuevo régimen fiscal de la empresa paraestatal, que se encuentra en el Senado de la República, así como otras medidas en las que los diferentes grupos parlamentarios han estado insistiendo y que se refieren a la autonomía de gestión.

Por su parte, el diputado priísta Oscar Pimentel González, cuestionó a Ramírez Corzo sobre la forma en cómo se resarcirán los daños humanos, materiales provocados al medio ambiente, ya que, dijo, reconocer los problemas es bueno, “pero no suficiente, y más ante la falta de credibilidad que tiene PEMEX porque se desconocían los problemas y no se atendían los compromisos”, recalcó.

Solicitó a Ramírez Corzo presentar un programa emergente que permita llevar a cabo las labores de inspección, de sustitución de ductos, de equipamiento de tecnología y de certificación, pues, dijo, es necesario ofrecer certidumbre en cada una de las instalaciones petroleras; además pidió concretar el régimen fiscal para petróleos mexicanos.

El diputado Carlos Manuel Rovirosa Ramírez (PRI) indicó que las entidades normativas y de control ambiental han sido excedidas por la realidad brutal de las emergencias ambientales.

“Hemos asistido al desmantelamiento sistemático de la infraestructura petrolera secundaria, donde los diferentes titulares de Pemex no han sabido conducirse con el patriotismo necesario para persuadir incluso al propio Ejecutivo Federal en turno y defender con auténtico nacionalismo el patrimonio de los mexicanos que se les da en custodia.

Hoy se nos dice que el sistema nacional de ductos, cuyos activos acumulan 36 mil kilómetros y que en su gran mayoría tienen de 10 a 30 años no reciben mantenimiento, ¿cuál es la lógica?”.

Cuestionó: ¿quién fiscaliza las operaciones de Pemex, no nada más en el papel sino en el campo y cómo es que nunca se enteraron de que los ductos debieron haber sido recambiados y sujetos a un mantenimiento adecuado?

Indicó que los problemas de Pemex no son exclusivos del régimen fiscal sino que parten de un problema básico de administración interna. “Las unidades productivas están en el sureste mexicano en la onda de Campeche o los campos de gas en Coahuila y no en la torre ejecutiva de Marina Nacional”.

Su compañero de partido, el diputado Alfredo Villegas Arreola consideró necesario realizar un acuerdo para que los 8 mil 400 millones que son considerados como una insuficiencia para la paraestatal dentro del presupuesto, deban ser aplicados en un 50 por ciento a los excedentes petroleros.

A su vez, el también diputado priista, Martín Vidaña Pérez, cuestionó que de los recursos etiquetados para el mantenimiento de ductos, qué monto se ha dedicado al estado de Veracruz, donde se reconoce que hay una enorme de red.

Indicó que ante las pérdidas que la empresa ha ocasionado en ese estado se debe firmar el Convenio General de Colaboración entre PEMEX, organismos subsidiarios y el gobierno estatal para atender los acontecimientos lamentables.

Expuso que debido a la falta de una reforma energética de fondo, integral y estructural, es necesario que el Senado de la República analice y apruebe el dictamen sobre el nuevo régimen fiscal para la paraestatal, que le permitiría tener autonomía y mayores recursos para el mantenimiento.

En su oportunidad, la senadora Noemí Guzmán Lagunes (PRI) pidió al titular de PEMEX entregue los mapas y planos de localización de los 13 mil kilómetros de ductos e instalaciones existentes en todo el territorio veracruzano; una evaluación a fondo de la situación en que se encuentran, así como las medidas de corrección previstas, programas y tareas que la paraestatal va a realizar en esa entidad.

Interrogó sobre el número de empresas a las que se les asignó la limpieza de los derrames en Veracruz y con qué monto. Asimismo, “por qué en Coatzacoalcos se contrató sólo a una empresa y si hay incompetencia o complicidad en ese asunto”.

En su exposición, el director de Petróleos Mexicanos, Luis Ramírez Corzo, dijo que la ausencia de mantenimiento, obsolescencia y falta de modernización en sus equipos e instalaciones coloca a la paraestatal en situación vulnerable operativa provocada por combinación de diferentes factores, no sólo por la falta de recursos económicos “pero sí es un aspecto relevante”.

El funcionario solicitó a diputados y senadores continuar trabajando de manera conjunta con autoridades federales, estatales y municipales para avanzar en los rezagos financieros que existen en Pemex.

Ramírez Corzo destacó que la empresa a su cargo aún tiene una gran brecha por cubrir en materia de seguridad y medio ambiente, no obstante “no contar con los recursos requeridos dificulta la obtención de los resultados esperados de acuerdo a las metas establecidas con base en los programas de trabajo”, aseveró.

Sobre los accidentes ocurridos en los meses de diciembre 2004 y enero de 2005 en el estado de Veracruz, el director de Pemex destacó que la paraestatal cuenta con instalaciones que no han recibido mantenimiento desde hace tres décadas, siendo sólo el 12 por ciento de sus ductos los que relativamente son nuevos, con 10 años de antigüedad.

Dijo que se prevé que las indemnizaciones a los pobladores afectados por los recientes derrames de crudo en Veracruz, alcanzará los 43 millones de pesos, pagos que se harán bajo una revisión jurídica sustentada.

Al hacer un comparativo sobre los gastos de mantenimiento a favor de la paraestatal explicó que en 1996 y 1997 alcanzó niveles superiores a los 30 mil millones de pesos de 2005, como consecuencia del accidente en Cactus; sin embargo ese comportamiento sólo fue una reacción ante dicho evento, ya que a partir de 1999 el gasto en mantenimiento volvió a los niveles de 1995, cerca de los 20 mil millones de pesos y en 2004 se redujo a casi 15 mil millones, en precios constantes del año pasado, el más bajo registrado en 10 años.

El director de Pemex dijo que la paraestatal nunca ha alcanzado el estándar mundial del 30 por ciento que se debe destinar a gastos de mantenimiento y, por el contrario, desde 1998 refleja un comportamiento de franco deterioro.

Señaló que el rezago acumulado en gasto de mantenimiento y los requerimientos adicionales para 2005, el faltante con respecto al presupuesto autorizado preliminar asciende a 8 mil 500 millones de pesos.

“Entre el 2005 y 2008, considerando todos los proyectos necesarios para asegurar la confiabilidad de las instalaciones y cumplir con todas las exigencias de rezago ambiental se requerirán alrededor de 135 mil millones de pesos”.

Enfatizó en la relevancia del trabajo de los legisladores en cuanto a la modernización del régimen fiscal de Pemex y su autonomía de gestión, al tiempo que destacó que se requiere la construcción de dos nuevos oleoductos, cuyo costo estimado es de 21 mil millones de pesos, “de resultar necesario los requerimientos la cifra total se elevaría de 135 mil millones de pesos a 156 mil millones en el mismo periodo”.

Ramírez Corzo aseguró que la viabilidad de negocios y garantías de permanencia de una empresa como Pemex depende directamente de su infraestructura productiva, por lo que si no es debidamente preservada y actualizada a la regulaciones de seguridad y medio ambiente “estarían seriamente amenazadas”.

El funcionario refrendó ante la Tercera Comisión el compromiso de Pemex de trabajar a favor del país, por lo que ésta requiere de los recursos necesarios para su ejercicio oportuno, con el compromiso absoluto de brindar una rendición de cuentas claras y transparentes, “adicionalmente será más responsable de su desempeño operativo”.

Finalmente, aceptó también que existen sustracciones clandestinas de combustible, sin embargo, rechazó que hayan actos de sabotaje en contra de la paraestatal.