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• Su panorama laboral es limitado por falta de capacitación y baja escolaridad; es muy difícil para ellos sobrevivir en estas circunstancias

Los indígenas que emigran de los estados al Distrito Federal viven una situación de desesperación, por falta de educación, empleo, vivienda, salud; de igual forma, sufren discriminación al buscar mejoría en sus condiciones de vida, denunció la diputada Sofía Castro Ríos (PRI), secretaría de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados.

A pesar de esta situación, Xóchitl Gálvez Ruiz, titular de la Comisión Nacional del Desarrollo para los Pueblos Indígenas, no ha transitado de la filosofía a la acción a fin de resolver los problemas reales.

El único planteamiento que ha hecho en favor de los indígenas es en el asunto de vivienda, según los últimos informes que ha emitido la funcionaria a la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, pero no hay otras acciones o programas que permitan solucionar de manera concreta los problemas, advirtió la diputada.

Respecto de la labor de Josefina Vázquez Mota, Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), no ha logrado avances debido a la desvinculación del gobierno federal con los programas de apoyo social del Jefe del Gobierno del D.F, lo que deriva en la desprotección a los indígenas que emigraron a la capital del país, aseguró la legisladora.

En el Distrito Federal hay una limitante, ya que las condiciones de marginalidad no están catalogadas, entonces las delegaciones políticas no se incorporan a los programas sociales de la SEDESOL.

Agregó que desafortunadamente la condición de los migrantes en el DF es vulnerable, ya que no tienen acceso a la educación; es muy difícil permanecer en la capital lejos de sus tierras y familiares porque esta ciudad es desconocida para ellos; los niños son los que más emigran a la ciudad porque llegan buscando a sus padres.

Las circunstancias en que sobreviven los indígenas en la ciudad de México es un tema que tiene que ser analizado a profundidad, ya que el panorama se complica porque el gobierno local no permite que los programas sociales del nivel federal puedan beneficiarlos.

Por otro lado, el racismo que sufren es drástico porque es un asunto cultural que deriva en marginación hacia los indígenas; son calificados de ignorantes. Y su posición social de pobreza extrema, su vestimenta y no hablar español los hace objeto de discriminación.

La diputada Sofía Castro agregó que en el área laboral el panorama no es diferente: sólo obtienen trabajo en como ayudantes de albañil o albañiles y las mujeres se dedican al quehacer doméstico en zonas residenciales, restaurantes y comercios, por la falta de capacitación.

No conocen otro oficio más que la elaboración de artesanías, sin embargo sus piezas no son valoradas por el mercado y los intermediarios se han quedado con el valor agregado de ese gran capital, afirmó.

Para la mujer indígena, el otro oficio

Por lo que se refiere a la triste situación de las mujeres indígenas que se dedican a la prostitución al no encontrar un trabajo digno, la legisladora manifestó que "se debe generar un proyecto que les permita ingresar al Producto Interno Bruto como artesanas, profesionistas, como mujeres que puedan participar en la toma de decisiones en la vida del país”.

Respecto de las artesanías, es una actividad que crece día con día, pero consideró que debería haber un estímulo que se dirija a micro empresas familiares, donde se elaboran productos como: ollas de barro, u objetos de palma y madera, entre otras.

En Oaxaca, de donde es originaria la diputada, hay mano de obra calificada en artesanías, pinturas, poesía y música; aunque los indígenas emigran siguen haciendo sus piezas, comentó por último.