La inversión en México para ciencia y tecnología ha decrecido en los últimos años, pues mientras que en 1998 fue de 0.46 por ciento del PIB, actualmente es del 0.37 por ciento, reveló el diputado Julio César Córdova Martínez, al señalar que es difícil que se cumpla el plazo establecido por ley a fin de destinarle cuando menos el uno por ciento del Producto Interno Bruto.

Agregó que para incrementar la inversión en esta área fundamental se requiere del consenso de los próximos candidatos a la Presidencia de la República, para que signen un gran acuerdo con legisladores, académicos y científicos, en favor de una política científica y tecnológica de largo plazo.

Lo anterior fue expresado por Córdova Martínez, durante la Reunión de Evaluación del Plan Estratégico de la Comisión de Ciencia y Tecnología, en la que sus integrantes suscribieron un documento con representantes de la comunidad científica y tecnológica, que será el pilar sobre el cual surgirán las acciones en la materia para los próximos años.

El documento, denominado Declaración de Cozumel de la Comisión de Ciencia y Tecnología, establece que México requiere una política de Estado en este rubro, con una visión de largo plazo que incorpore la investigación, el desarrollo y la innovación como elementos fundamentales para integrarse a la estrategia del desarrollo económico y social.

Se manifiesta que el país enfrenta el doble reto de volver a crecer en forma sostenida, para elevar el nivel de vida y hacerlo a un ritmo que le permita incorporar a la actividad productiva a una población de jóvenes en edad de trabajar, que aumenta significativamente derivado de las altas tasas de crecimiento demográfico en las últimas décadas del siglo pasado.

Para ello se requiere articular un Acuerdo Nacional de Ciencia y Tecnología para la innovación y la competitividad, que pueda ser suscrito como compromiso por todos los candidatos a la Presidencia de la República en el primer semestre del 2006.

Asimismo, promover que todos los partidos políticos incorporen a la ciencia y la tecnología en sus plataformas electorales, como una base fundamental de la riqueza del país y estrategia para enfrentar los problemas nacionales.

Se planteo que dicho acuerdo contemple la formación y aprovechamiento de recursos humanos altamente calificados, infraestructura, equipamiento científico y tecnológico; planeación a mediano y largo plazo; un sistema nacional de vinculación con el sector productivo; impulso al desarrollo regional y un financiamiento gradual y sostenido.

Además, la participación de los gobiernos estatales y de las legislaturas locales en la conformación de marcos legales; el fortalecimiento de programas de formación de recursos humanos de alta especialidad, a través de becas de postgrado, la repatriación e incorporación de becarios a centros de trabajo, la creación de nuevas plazas para la investigación, y la ampliación del Sistema Nacional de Investigadores.

Se plantea pugnar porque los recursos autorizados para el presente año se apliquen oportunamente y se analice la ampliación del estímulo fiscal para incentivar el sector productivo e incorporar recursos humanos de alta calificación.

La Declaración de Cozumel recomienda que para la formulación del programa estratégico y la articulación del Acuerdo Nacional de Ciencia y Tecnología se conforme una mesa de trabajo en la que participen técnicos, científicos, los gobiernos de las entidades federativas, el sector productivo representantes de todos los partidos y fracciones parlamentarias.

Se afirma que la recuperación del país en la escala mundial de competitividad necesita de un impulso sustantivo al desarrollo de la ciencia, la innovación y la incorporación productiva de la tecnología.

Se reconoce que a pesar del incremento del financiamiento privado como resultado de la aprobación de los estímulos fiscales, su magnitud es aún baja con relación al gasto total en la materia, además de que persiste alta concentración de las actividades en el Distrito Federal en términos de investigadores, hasta en un 50 por ciento, y en programas de postgrado, en 62 por ciento.

Todo lo anterior, dijeron, requiere una visión clara de largo plazo con una planeación de mayor horizonte a los cargos sexenales de renovación gubernamental, que focalice las áreas de oportunidad y las prioridades de la investigación científica, la innovación y el desarrollo tecnológico en función de los retos nacionales sectoriales y regionales del país.

Para ello de propone elaborar un programa que defina la orientación del gasto en la materia para vincularlo con las estratégicas del conocimiento, a fin de resolver problemas prioritarios como son energía, agua, salud, alimentos, medio ambiente y educación de la ciencia.

Firmaron el documento, además de integrantes de la Comisión del PRI, PAN y del PRD, el doctor Leonardo Ríos Guerrero, presidente del IX Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico; el doctor José Luis Fernández Zayas, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico y el doctor Inocencio Higuera, director general adjunto de Ciencia del CONACYT.