Histórico Comunicación Social
Boletines
Agencia de Noticias
Monitoreo de Medios
Entrevistas
Galerias
Prensa Extranjera
Prensa Regional
 
 
 
comunicaciónsocial
 
años:
| 2013 | 2012 | 2011 | 2010 | 2009 | 2008 | 2007 | 2006 | 2005 |
 
meses del 2013:
| Diciembre | Noviembre | Octubre | Septiembre | Agosto | Julio | Junio | Mayo | Abril | Marzo | Febrero | Enero |
 
Boletín N°. 1994 La desigualdad tecnológica frente a países del TLC ahonda el empobrecimiento del agro mexicano: Marcela González Salas

La apertura en 2008 de la frontera agroalimentaria representa un gran problema por las asimetrías tecnológicas, productivas y presupuestales de México frente a sus socios comerciales Estados Unidos y Canadá, ya que desde la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), la agricultura mexicana ha experimentado una caída y el estado de pobreza de nuestros campesinos es preocupante, afirmó la Vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela González Salas y Petriciolli.

Al inaugurar el seminario Internacional “Hacia una política de Estado en materia de negociaciones agrícolas de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio, la legisladora del PRD explicó que mientras en México existen dos tractores por cada 100 campesinos, en Estados Unidos se dispone de 1.6 y en Canadá 1.8 por trabajador agrícola.

Además, añadió, nuestro vecino país del norte destina seis mil 114 kilos de fertilizante a cada agricultor; Canadá seis mil 350 kilogramos, en tanto que México sólo 290. En cuanto a la productividad, mencionó que en el año 2000 el total de la producción agropecuaria en Estados Unidos fue de 189 mil 901 millones de dólares y en México apenas 31 mil 500 millones de dólares.

En lo que se refiere al presupuesto agropecuario, refirió que en Estados Unidos se destinaron 105 mil 400 millones de dólares en el año 2000, mientras que en México el monto apenas ascendió a los dos mil 615 millones de dólares. Esto, abundó, “es sólo un ejemplo de las asimetrías entre los países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), por lo que debemos tomar medidas que no perjudiquen a productores y campesinos de los países más desfavorecidos”.

Asimismo, criticó que el tribunal de la OMC determinara que México aplica ilegalmente el impuesto de 20 por ciento a los refrescos endulzados con fructosa, “pero no hace ningún señalamiento a la negativa de Estados Unidos para aceptar los excedentes de azúcar de México”.

En su oportunidad, el diputado Víctor Suárez Carrera, presidente del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable, indicó que el objetivo de este seminario es contribuir a la construcción de una verdadera política de Estado con la participación no sólo del Poder Ejecutivo Federal, sino del Poder Legislativo Federal, Ejecutivos locales y organizaciones rurales, así como de la sociedad civil y la academia.

Propuso que para la próxima reunión de la OMC México incorpore como tema central a la discusión, el derecho de los países subdesarrollados, con alta población rural, a establecer restricciones a las importaciones, a fin de impulsar el desarrollo y seguridad alimentaria.

Expuso que el comercio agroalimentario representa del 3 al 4 por ciento de las exportaciones totales del país, por lo “se debe proteger el 20 por ciento de la producción agroalimentaria que se exporta, pero no ha costa de desproteger el 80 por ciento restante, donde están 3 millones de mexicanos”.

Al hacer uso de la palabra, el titular de la Secretaría de Economía (SE), Fernando Canales Clariond, señaló la importancia de trabajar para que los países más ricos y productivos eliminen los subsidios que otorgan a sus productores agrícolas, pues esta política tienen como consecuencia una distorsión en el comercio mundial de granos.

Explicó que esta política ocasiona que países como México compitan nacional e internacionalmente no solo en términos de capacidad, productividad y eficiencia, “sino con las Tesorerías de esas naciones, que dada su riqueza otorgan enormes subsidios a sus productores, teniendo como consecuencia precios muy bajos que no remuneran ni los costos ni una utilidad razonable a los productores”.

Además, el funcionario advirtió que nuestro país podría posponer la apertura de las fronteras en 2008 a las importaciones de maíz blanco y fríjol libres de aranceles por la situación que guarda nuestro sector agrícola, ya que de permitirse, se podría ocasionar un grave perjuicio a los productores nacionales.

Canales Clariond añadió que por ello se está tratando de negociar con los dos socios de México en el TLC. “Estamos buscando fórmulas comunes que satisfagan los intereses nacionales de cada país, pero al mismo tiempo que puedan conformar el contexto internacional de las relaciones comerciales”.

También destacó la importancia de realizar negociaciones en materia agropecuaria con los países más desarrollados del orbe, para que México pueda alcanzar una capacidad productora de granos, como maíz blanco y frijol, pues “no somos autosuficientes”.

Subrayó que en México, más del 25 por ciento de la población vive en el campo y tiene un PIB interno de 8 por ciento, “es el sector con menos recursos dentro de la estratificación socioeconómica del país y al cual debemos contribuir con políticas públicas, programas y accione para lograr una mayor equidad en la distribución de la riqueza y en la igualdad social a la que aspiramos”.

Finalmente, reconoció que el gobierno tiene la responsabilidad de aterrizar ideas puntuales teniendo como guía y sustento los objetivos nacionales, pero también se debe reconocer que México no está solo, pues al interior de las organizaciones internacionales compartimos con 148 naciones este proceso de toma de decisiones.

En su turno, Heladio Ramírez López, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) aseguró que en la Reunión Ministerial de diciembre estará en juego el comercio agrario mundial, por lo que Hong Kong será el escenario que debe aprovechar el movimiento campesino de México y Latinoamericano par defender sus intereses y no quedarse marginado del intenso comercio mundial, que propicia la globalidad.

El líder de los campesinos dijo que las reglas que ahí se tracen deben tener como condición ineludible proteger en forma efectiva al sector agrario de los países en desarrollo, sobre todo las ramas de producción que son esenciales para la seguridad alimentaria, así como poner término a la practica de los inmensos subsidios y dumping practicados por los países ricos y garantizar un mayor acceso de los productos de los países pobres a los mercados del mundo desarrollado

Indicó que es necesario disminuir las brutales asimetrías que condenan a la economía campesina casi a la irrelevancia. Agregó que los pequeños y medianos productores de nuestro país resienten el peso de la inequidad en la competencia.

Destacó que México aceptó derogar los subsidios y lo va cumpliendo, mientras los países desarrollados aumentan los apoyos a sus productores, lo que genera injusticia y desigualdad en los procesos productivos, lo cual nos deja como perdedores en el juego del libre mercado.

Además, expuso que en las cifras estadísticas proporcionadas por la OCD, todos los países ricos han elevado considerablemente sus subsidios agrícolas entre el 2002 y el 2004, en tanto que México los redujo en nueve puntos porcentuales.

En este sentido, abundó que entre 1992 y 1994 Estados Unidos elevó su subsidios agrícolas de 39 mil 105 millones de dólares a 46 mil 504 millones; Canadá de 4 mil 798 a 5 mil 714; la Unión Europea de 91 mil 407 a 133 mil 386 y Japón de 44 mil 162 a 48 mil 737 millones de dólares.

Mientras que en el mismo periodo los apoyos a la producción agrícola en México cayeron de 8 mil 961 a 5 mil 452 millones de dólares, es decir, de 26 por ciento en 1992 a sólo 17 por ciento en 1994.

Dijo que ya está programada la próxima Reunión Ministerial de la OMC y se espera que se dé en el debate sobre el tema de agricultura la oportunidad para acordar reglas claras y equitativas en las que puedan convivir todos los productores agropecuarios del mundo.

Posteriormente, Silvano Aureoles Conejo, en representación de la Comisión del Campo de la Conago, afirmó que la soberanía alimentaria es una condición indispensable para consolidarnos como nación.

Añadió que es necesario diseñar nuevas políticas públicas que permitan impulsar al sector rural y con ello evitar enfrentarnos en el corto plazo a problemas de gobernabilidad, pobreza, desnutrición y al fenómeno de la migración.

Propuso que haya una negociación seria y comprometida con la soberanía alimentaria del país y profundizar en las reformas estructurales que permitan una aplicación mejor de las políticas públicas y de los recursos.

Aureoles Conejo señaló que Reunión de la Ronda de Doha de la OMC se presenta como una oportunidad y expectativa seria para revisar internamente las políticas nacionales hacia el sector rural y orientar las observaciones a los países industrializados, por el impacto que tienen sus decisiones en nuestra nación.

Finalmente, Joost Martens, de Oxfam Internacional, dijo que el comercio internacional juega un papel muy importante en la lucha por la erradicación de la pobreza rural es la más fuerte, sin embargo se pronunció porque existan reglas apoyen este objetivo, pues con las actuales no es posible lograrlo.

Concluyó que la importancia de determinar qué clase de desarrollo se quiere alcanzar mediante el comercio internacional, si se busca el desarrollo macroeconómico o el dirigido a abatir la pobreza.

 
difusión
comunicación
 
Senado | Auditoría Superior de la Federación | Canal del Congreso | Contáctenos