• Hay registros en centros especializados sobre niñas de 4 y 5 años que ya presentan este tipo de distorsión psicológica

La bulimia y anorexia en los últimos veinte años se han convertido en problemas graves que aquejan a la sociedad, especialmente a mujeres discriminadas por su talla o peso y debido a esa circunstancia buscan una figura extremadamente delgada para ser aceptadas.

Esta problemática alcanzó tales niveles que la fundación Ellen West, centro para el estudio y prevención de trastornos alimenticios, ha brindado su ayuda a niñas de 4 y 5 años de edad.

Lo anterior fue dado a conocer en la inauguración de la primera cruzada nacional contra la anorexia y bulimia con el slogan: Di no a la talla cero, cuyo objetivo es informar, generar conciencia y revertir los efectos de la moda y publicidad que promueven la extrema delgadez.

Por ser enfermedades que atacan a mujeres en distintos niveles socioeconómicos y culturales, resulta preocupante que no se hayan generado legislaciones para prevenir los trastornos alimenticios o fortalecer lo que se trabaja en ese rubro.

La diputada Angélica de la Peña Gómez, integrante de la Comisión de Equidad y Género, manifestó que en la bulimia y anorexia inciden los medios de comunicación al promover la figura de la mujer como un icono fijo y sin posibilidad de cambio.

En las niñas y adolescentes crean estereotipos específicos con parámetros determinados y sin posibilidad alguna de demostrar una figura distinta a lo que la sociedad ha denominado como correcto, formal o bello, indicó Angélica de la Peña, también presidenta de la Comisión Especial Niñez, Adolescencia y Familias.

Agregó que nuestro país está a tiempo de tomar las medidas necesarias para que este problema no se vuelva difícil de controlar. En lo que respecta al legislativo, dijo, se va a hacer lo conducente a efecto de encontrar la solución que se requiere.

Araceli Aizpuru de la Portilla, presidenta de la Fundación Ellen West, explicó que estamos en una sociedad donde la mujer es valorada por su apariencia no por su capacidad intelectual, lo que provoca que caigan en este problema.

“El nivel de autoestima depende, en primer lugar, del aspecto físico externo, es en el cuerpo de la mujer donde reside el núcleo de sus poderes y valoración social, esta distorsión de valores ha sido fomentada por la industria cosmética, los medios de comunicaron y la publicidad”, agregó Araceli Aizpuru.

La bulimia y anorexia representan la más alta tasa de mortalidad entre las enfermedades psiquiátricas, de cada 10 casos hay un fallecimiento a causa de la desnutrición, insuficiencia cardiaca o suicidio.

Los medios de comunicación, añadió, venden imágenes casi irreales, imágenes corporales distorsionadas que incitan a la forma más insólita de violencia contra el cuerpo. Este modelo insano, inhumano y racista se va volviendo hegemónico gracias a la globalización de patrones culturales.

“El 90 por ciento de las mujeres experimenta insatisfacción por su imagen corporal”, finalizó.

Por su parte, el diputado José Ángel Córdova Villalobos resaltó la importancia de buscar las fórmulas de prevención, ya que muchas veces a pesar de los esfuerzos médicos se pierden vidas que pudieron ser rescatadas.

De igual forma, indicó que existe amplia voluntad para legislar en la materia, sin embargo es un asunto que lleva tiempo, ya que es necesario mantener reuniones con los principales actores a efecto de que las reformas que se elaboren sean acatadas y no se afecte a nadie.