• Presentaron diputados de cinco fracciones parlamentarias sus puntos de vista sobre los acontecimientos de Tlatelolco

A 37 años del 2 de octubre de 1968, en la sesión de hoy diputados del PRI, PAN, PRD, PVEM y PC presentaron sus diversas perspectivas respecto de esta fecha que marcó un parteaguas en la historia de México.
PC

Al hacer uso de la tribuna, el diputado Jesús González Schmal, dijo que los acontecimientos del 2 de octubre fueron prueba de la fuerza bruta del poder en su máxima expresión, quien se ensañó con la nueva y auténtica voz de un pueblo que demandaba, entonces, como ahora, autenticidad, democracia y poder político al servicio de la nación.

Mencionó que esta fecha está grabada en la memoria histórica contemporánea de una sociedad que pide justicia para poder cerrar una herida que aún sangra.

“Yo creo que el revivir estos hechos, el recordar estas épocas nos debe reforzar en la idea y en la indeclinable convicción que México merece un futuro pacífico, que las autoridades están para servir al pueblo y que las víctimas de Tlatelolco siguen viviendo en nuestro espíritu y queriendo la paz”, puntualizó el legislador.

PVEM

El diputado Guillermo Velasco Rodríguez resaltó que el 2 de octubre de 1968 es una fecha que no quedará sólo en la memoria de sus protagonistas ya que forma parte de la historia de este país.

Indicó que después de 37 años la niebla del silencio esconde detalles, por lo que es necesario conocer la verdad y castigar a los responsables, no como revancha, sino a manera de una exigencia de justicia. Dijo: “Es tiempo de que México se transforme sin sangre ni muerte; debemos aprender de los errores para deliberar racionalmente los problemas”.

Estableció que las alianzas entre las fuerzas políticas y sociales son necesarias para impulsar los consensos que conlleven a la transformación del país, sin llegar a enfrentamientos.

PRD

Desde tribuna, el diputado Pablo Gómez Álvarez aseguró que hoy en día el Poder Judicial de la Federación llena a México de vergüenza con la decisión de negarse a abrir los procesos penales correspondientes, como es su obligación, para que sea en los juicios donde se esclarezca las responsabilidades y emitan las sentencias de conformidad con el Derecho, “eso es lo que estamos exigiendo”, enfatizó.

Hoy, aseveró, ya no es el Ministerio Público el que impide que esos juicios se abran, sino el Poder Judicial de la Federación, que no está a la altura ni de México ni del mundo en el que vivimos. Todos los días que han transcurrido desde aquel 2 de octubre han sido de impunidad y cada día que transcurra en lo sucesivo será uno más.

“Seguimos sin poder abrir un solo juicio; tendrán que morir todos los responsables antes de que el Poder Judicial los declare culpables; eso es lo que quiere y esa es la vergüenza. Los jueces y ministros de la Corte no entienden el mundo en el que están viviendo y siguen operando igual que sus antecesores”, precisó el legislador.

PAN

En tanto, Jorge Triana Tena indicó que los reclamos no eran sólo de universitarios, con ellos salía parte de la frustración de un país de injusticias; “aquellas marchas nunca se repetirían porque en ellas, convergían una serie de factores que ni la política ni la indignación son capaces de concentrar”, subrayó.

Indicó que Díaz Ordaz y su gente no comprendían lo que en la Universidad sucedía, lo que reinaba en las diarias asambleas universitarias era pluralidad ideológica; la diversidad de ideas nunca ha afectado a la Universidad, por el contrario, la ha enriquecido y en aquel otoño sirvió también para enfrentar un mundo plural.

PRI

En su oportunidad, el diputado Carlos Flores Rico señaló que fuera de las manidas frases, ya casi slogans, y de las reiteradas menciones no trascendemos, no rescatamos la esencia de aquel día, de aquel movimiento donde el mundo encontró una nueva forma de hacer su vida política.

Se habla de víctimas y victimarios, dijo, pero no de las causas como “el enorme desempleo de aquellos años, que es un poco el de hoy, 4 millones de parados; el Estado omnipotente de entonces, ahora inexistente; la crisis política, la falta de tratamiento a los problemas políticos, son un poco los de hoy, en diferente medida y forma, pero con la misma perniciosa persistencia; la situación de miseria hoy se repite abrumadoramente: tenemos 52 millones de pobres.

“Somos una sociedad más cívica pero amenazada por la violencia, libre, pero atrapada por el manipuleo de los medios, moderna pero atada al pasado y crítica del pasado, pero con una cancelación hacia el futuro”, aseveró el legislador