• Necesaria una reforma estructural que dé plena autonomía de gestión a la empresa, consideran diputados

Diputados del PRI, PAN y PRD coincidieron que el nuevo régimen fiscal de PEMEX, aunque es un paso importante para sanear las finanzas de la empresa, no es suficiente, por lo es necesario una reforma estructural que permita su plena autonomía de gestión.

Luego de que las Comisiones Unidas de Energía y de Hacienda y Crédito Público aprobaran las modificaciones a la Ley Federal de Derechos en esa materia, el Pleno camaral podría ratificarlas en la sesión de mañana jueves.

Al respecto, el diputado Víctor Manuel Alcérreca Sánchez (PRI), integrante de la Comisión de Energía precisó que las modificaciones no resuelven de fondo su situación ni corrigen las fallas en cuanto a su planeación. “El nuevo régimen fiscal no es la panacea para PEMEX ni para el país, más bien tenemos que buscar un cambio estructural”, dijo.

La reforma, indicó, permitirá a la paraestatal tener números negros en sus estados financieros y comenzar a disponer de recursos, cuando menos para exploración y producción de petróleo crudo y gas.

Consideró además que la empresa requiere un gobierno corporativo diferente y crear un nuevo organismo autónomo que ejerza el control y la regulación de la explotación petrolera y no sea la propia empresa, “PEMEX será, y espero yo que por mucho tiempo, en quien la nación ponga en sus manos la administración del recurso, su producción y comercialización, pero tiene que haber un organismo que ejerza control y regulación sobre sus actividades y esa definitivamente no puede ser la Secretaría de Energía.

Destacó que es indispensable crear ese organismo como ocurre en otros países avanzados en la administración petrolera y que mantienen empresas públicas, como es el caso de Noruega o Brasil.

Alcérreca Sánchez consideró que la empresa ha sido el gran negocio de México porque la situación fiscal a la que se ha sometido a PEMEX debió producir oportunidades que no se tienen, “porque la Hacienda Mexicana ha descansado en este recurso con exageración”.

Explicó que las dos terceras partes de su ingreso bruto (600 mil millones de pesos) van directo a Hacienda, lo que constituye la “caja grande” del Gobierno Federal.

Actualmente, informó, México importa alrededor de 200 mil barriles diarios de hidrocarburos, principalmente gasolinas; mil millones de pies cúbicos de gas y, agregó, pese a que la industria petroquímica básica llegó a producir 16 millones de toneladas anuales, a la fecha escasamente se rebasan los 5 millones. Mientras que las importaciones totales de petroquímicos secundarios alcanzan los 10 mil millones de dólares.

El secretario de la Comisión de Energía, Manuel Enrique Ovalle Araiza (PAN), dijo que la aprobación de las reformas en comisiones se hizo de manera conciente porque lo que se percibe es mucho más que un interés particular o de partido.

Descartó que el Ejecutivo Federal vuelva a vetar la reforma, toda vez que se negoció y se atendieron sus observaciones en su mayoría y de la que no se atendió se dieron buenos argumentos para que permanezca como había sido aprobado con anterioridad.

Más bien, precisó, tuvimos diferencias con algunos gobernadores que pedían se garantizaran ingresos para el próximo año. Entendimos su preocupación porque los excedentes petroleros que se reparten a los estados son un ingreso importante, sin embargo, se les hizo ver que las reservas petroleras estarían garantizadas por únicamente 14 años y de no aplicarse un nuevo régimen no sólo estarían en riesgo sus ingresos, sino los de la propia Federación.

El diputado Francisco Javier Carrillo Soberón (PRD), también secretario de la citada comisión, aseguró que los legisladores mantuvieron un debate con los gobiernos estatales al considerar que el nuevo régimen fiscal no les garantizaba mayores ingresos, y con la Secretaría de Hacienda, quien mostró una “actitud desleal” porque al no cumplir bien su tarea se convirtió en un obstáculo para la reforma.

Con el Senado de la República, dijo, se tuvo una estrecha comunicación para condensar la redacción de las propuestas porque, obviamente, pretendemos que el dictamen se apruebe de inmediato por parte de los senadores.

Consideró que la situación de PEMEX en el terreno financiero es crítica y el que pueda tener un margen de inversión y lograr abaratar sus costos, sus créditos e inclusive hacer inversiones directas, lo alivia en muchos sentidos.

Este saneamiento, precisó, le permitirá a la empresa invertir en refinación y petroquímica, toda vez que éstas dos no están sometidas al 60.8 por ciento de sus ventas, sino que está en un 35 por ciento de sus rendimientos, lo que implica no importar en gasolinas.

Destacó que para que el Congreso pueda decidir las estimaciones de las plataformas de exportación, tiene que ser con base en una política energética de largo plazo, aunque precisó que los beneficios del nuevo régimen se podrían obtener en corto plazo, es decir, dos años.

Indicó que PEMEX tendrá una recuperación gradual, iniciando el próximo año con 17 mil millones de pesos, cantidad que podría llegar a 23 mil millones de pesos con una estimación del precio del barril de petróleo de 31.5 dólares.