• Aplicar programas de vigilancia para detectar enfermedades bovinas como “el mal de las vacas locas”: Alemán Migliolo

Abrir la frontera norte a la importación de productos cárnicos de Estados Unidos podría ocasionar una catástrofe en el sector ganadero del país debido a la detección del llamado “mal de las vacas locas” en algunas regiones de esa nación, advirtió el presidente de la Comisión Especial de Ganadería de la Cámara de Diputados, Gonzalo Alemán Migliolo.

Dijo que a pesar de las medidas de seguridad sanitaria dictadas por el Poder Legislativo, México no se encuentra totalmente exento de recibir ganado infectado.

Indicó que hace algunos días, el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga Arroyo anunció ante ganaderos del Estado de Sonora la pronta apertura de la frontera norte para la entrada de productos cárnicos con hueso provenientes del vecino país.

Argumentó que de llegar carne contaminada con Encefalopatía Espongiforme Bovina, quedaría en riesgo el hato ganadero nacional que a la fecha registra más de 35 millones de cabezas, además de que se expondría la salud de los mexicanos.

Y es que, dijo, al país ingresan más de 400 mil toneladas de carne importada del vecino país del norte, sin contar los grandes contrabandos que saturan el mercado nacional.

Alemán Migliolo indicó que la Comisión legislativa que representa ha exigido al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) implemente un operativo de vigilancia para todos los productos agropecuarios que entran a México, sin embargo, lo anunciado por el titular de la Sagarpa pone en evidencia que puede más la presión de Estados Unidos que la salvaguarda del sector ganadero y la salud de los mexicanos .

El legislador priista insistió que la medida generaría un grave riesgo para el hato nacional, sobre todo por los repetidos casos en Estados Unidos del “mal de las vacas locas”.

Recordó que en 1950, cuando se tuvo un brote de brucelosis y tuberculosis en nuestro país, hubo necesidad de sacrificar a más de un millón y medio de cabezas de ganado.

En este sentido, añadió, si en México se llegara a presentar un caso de la enfermedad de las vacas locas provocaría un cierre automático de las fronteras para exportar nuestros productos, concretamente a Japón, Asia e Israel, además del propio Estados Unidos, y ello significaría prácticamente la quiebra del sector.