• En lugar de gastar en guerras, los países hegemónicos podrían invertir en programas de combate a la pobreza, agregó el diputado presidente
• Inauguró el seminario sobre los Fondos Estructurales y de Cohesión

Heliodoro Díaz Escárraga, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados advirtió que para solucionar el problema migratorio se requiere de la cooperación internacional y de políticas que arraiguen a la gente de los países emergentes en su propio suelo, y no de la construcción de muros o la criminalización del fenómeno.

Al inaugurar el seminario sobre los Fondos Estructurales y de Cohesión, en el marco de la II Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, dijo que existen sectores como los que impulsaron recientemente la Ley Sensenbrenner por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que más que criminalizar el fenómeno migratorio tendrían que propiciar condiciones de crecimiento y de bienestar social equilibrado a nivel continental y mundial.

El legislador preguntó: por qué no pensar en que, mediante fondos estructurales y de cohesión, que en Europa han resultado exitosos para reducir los desequilibrios en el desarrollo regional, pudiera proporcionarse ayuda financiera a los países expulsores de migrantes, para que creen infraestructura y empleos.

Asimismo, cuestionó: por qué no canalizar parte de los recursos que actualmente se destinan a la guerra, a la defensa, a la seguridad nacional, en los países hegemónicos, a programas de combate a la pobreza en las naciones subdesarrolladas.

Precisó que los cuatro fondos estructurales y el fondo de cohesión europeos están demostrando que es viable privilegiar a los desiguales y que es necesario fomentar el desarrollo y el ajuste estructural de las regiones europeas menos favorecidas con recursos presupuestales.

Estos programas evidencian que es conveniente y lógico reconvertir las zonas afectadas por el declive industrial, fomentar el desarrollo rural, combatir el desempleo, facilitar la inserción de jóvenes y promover la equidad de género en el mercado laboral. De ahí que pidió valorar con seriedad dichas opciones.

Señaló que romper con los desequilibrios regionales que en América propician la migración hacia Estados Unidos y Europa debe ser objetivo de todos.

Ello, “nos interesa a los mexicanos, pues no queremos que se siga escapando lo mejor de nuestra riqueza productiva ni que se violen los derechos humanos de nuestros paisanos que emigran. Le interesa a los Estados Unidos y a Europa, pues no desean las quejas de ciertos sectores de ciudadanos que se sienten desplazados, amenazados o invadidos por extranjeros”.

El diputado Díaz Escárraga informó que el objetivo es conocer las experiencias alcanzadas con estos mecanismos y la forma de aprovecharlos por otros países. Asimismo, revisar las relaciones parlamentarias entre México y la Unión Europea, incentivar las alianzas y fortalecer el papel dentro de la comunidad de naciones.

En su oportunidad, la diputada Adriana González Carrillo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, afirmó que la Unión Europea es una gran lección para Latinoamérica, por lo que se pronunció por incorporar nociones similares a sus procesos de integración, como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional o el Fondo Social Europeo, para promover la solidaridad económica y social y no limitarse a la apertura de mercados.

Ante las delegaciones parlamentarias, la legisladora panista indicó que México ha promovido que ante los procesos de regionalización, es la integración humana el enfoque que debe prevalecer para convertir los tratados de libre comercio en verdaderas asociaciones para el desarrollo.

Señaló que en la integración europea se buscó la cohesión económica y social como mecanismos de compensación por los efectos negativos de esa unión y surgieron medidas de apoyo decisivas para reducir las diferencias de desarrollo entre regiones y abonar a una mejor cohesión económica y social.

Agregó que esta reunión es una oportunidad para discutir y evaluar las formas en que los procesos de integración latinoamericanos pudieran incorporar estos mecanismos y auxiliarse en la superación de la pobreza y la desigualdad que sufre esta región, “pero también para evaluar las formas en que en nuestra relación podemos introducir dispositivos similares”, enfatizó.

En su oportunidad, el diputado del PRI, Carlos Jiménez Macías, destacó la importancia que tiene para el Congreso Mexicano la instalación de esta reunión de parlamentarios, que da enorme relevancia al proceso de integración que está viviendo México y constituye una “oportunidad de acercarnos a la realidad de la Comunidad Europea”.

Manifestó que este diálogo interparlamentario es muy productivo e informó que los trabajos de esta comisión continuarán mañana desde Monterrey.

En su exposición, el doctor Antonio Ortiz Mena, del Centro de Investigaciones y Docencia Académica (CIDE) dijo que el mercado no es el instrumento adecuado para hacer frente a los costos y beneficios derivados del comercio.

Señaló que en el caso de la Unión Europea han jugado un papel importante los fondos estructurales y de cohesión, sin embargo es muy poco viable introducir este tipo de mecanismos dentro de los acuerdos que tiene firmados México.

Precisó que desde la negociación del TLCAN se hablaba de la necesidad de incluir algún tipo de fondo de cohesión, pero se vio en ese momento que era políticamente inviable, pues era un tratado controvertido porque se trataba de un país en vías de desarrollo con la superpotencia del mundo.

“Estados Unidos ha sido muy renuente a otorgar este tipo de fondos; en la actual coyuntura es muy difícil que apoye la inclusión de los mismos dentro del marco del TLCAN”, dijo.

Añadió que hay una serie de acciones que se pueden poner en marcha para mitigar los costos derivados de la integración y procurar que los beneficios se distribuyan de manera más equitativa.

En el caso de México, la gran mayoría de estas acciones son nacionales y no internacionales. El objetivo es disminuir la brecha de desarrollo con otros países y no conseguir los fondos; éstos son un posible medio y si es muy difícil acceder a ellos habría que buscar otros, precisó.

Añadió que se debe reducir la brecha en el ingreso per cápita entre México y Estados Unidos y las diferencias regionales al interior de nuestro país. Además, en lo internacional se requiere canalizar recursos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo para infraestructura y desarrollo de capital humano encaminado a que México saque la mayor ventaja del TLCAN.

Destacó que hay acciones administrativas que podría poner en marcha el propio Ejecutivo como simplificación administrativa radical y el fomento del flujo de la inversión extranjera a infraestructura y a energía.

Es importante, mencionó, que México rediseñe su sistema de cooperación internacional, el cual es disperso, disfuncional y de difícil compatibilidad con otras agencias internacionales de cooperación.

En su oportunidad, Erika Mann, presidenta de la Delegación Europea en la Comisión Parlamentaria Mixta, indicó que la globalización es un reto para todos “y es necesario enfrentarla y abordarla de manera que podamos transformar nuestras sociedades y prepararla mejor para esos desafíos, intentando ayudarles para poder formar parte de este nuevo mundo”.

Al referirse a los fondos de cohesión, dijo, “no importa cómo los llamemos, éstos deben estar disponibles y convertirse en parte de nuestros programas y acciones, independientemente del país en el que estemos, y ser la fuerza motriz de nuestra labor”.