• Su labor no es reconocida como profesión y se les coloca en un desempeño subordinado

En México existe una sobrecarga de trabajo en la mayoría de las áreas de salud, lo que provoca la falta de recursos físicos y humanos para un desarrollo eficiente. La cantidad de enfermeras contratadas para satisfacer las demandas del servicio no basta; hay 1.75 por cada mil habitantes, mientras que Estados Unidos, Canadá y Cuba tienen 9.7, 7.5 y 7.5 por mil habitantes, respectivamente.

La Organización Panamericana de la Salud recomienda 6 enfermeras por cada mil habitantes, es decir, nuestro país tiene menos de la quinta parte de lo que el organismo mencionado recomienda como mínimo; en naciones de mayor desarrollo, la proporción médicos-enfermeras es mayor para ellas, lo que sucede a la inversa en México.

Esta situación en el sistema de salud afecta no sólo el quehacer de las enfermeras y a otros trabajadores de este rubro, a quienes se les coloca en un desempeño subordinado.

A principios del año pasado se eliminó a las enfermeras de la lista de salarios mínimos para oficios que no requieren escolaridad de educación superior. Este hecho, aún no significa que a la fecha se hayan modificado positivamente las remuneraciones.

Aunado a las deficiencias de las condiciones de trabajo y los salarios, tampoco se tienen las oportunidades necesarias para el desarrollo profesional, ni el reconocimiento que les permita acceder a los niveles de decisión, ni a la participación en equidad con otras profesiones.

Los bajos salarios propician la realización de dos o hasta tres jornadas de trabajo en 24 horas, lo que conlleva un desgaste físico y mental que repercute, en muchos de los casos, en la calidad de los servicios.

En la actualidad existen estados donde las enfermeras emigran en busca de mejor empleo, porque en sus instituciones no existen las plazas necesarias para dar los servicios de salud idóneos.

Esta situación es agravada con la oferta de fuentes de trabajo que hacen otros países, con mejores condiciones laborales y, por si fuera poco, con el apoyo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a través de intercambios. Mientras en Estados Unidos y Canadá el salario diario promedio es de 172.48 dólares, en México apenas llega a 6.65 dólares.

Con este precedente, se turnó a la Comisión de Trabajo y Previsión Social la iniciativa por el que se adiciona el Capítulo XV Bis y los artículos 353 Bis 1 al 353 Bis 12 a la Ley Federal del Trabajo, impulsado por el diputado Pablo Franco Hernández (PRD).

Con el objeto de dotar a las enfermeras con ropa de trabajo necesaria por lo menos dos veces al año, debiendo el patrón entregarla limpia al inicio de cada jornada. Igualmente, deberán facilitarles los materiales y equipo requeridos para el buen desempeño de su labor.

Pagar, como mínimo, un 20 por ciento sobre el salario en caso de prácticas de riesgos como enfermedades infectocontagiosas, radiología, violencia, entre otros. En la determinación de estas prácticas de riesgo, en su caso, se deberá tomar en cuenta la opinión de la representación del área de enfermería respectiva y del representante legal.

Asimismo, busca establecer 40 horas como jornada máxima diurna semanal; el tiempo laborado en exceso de estos topes se conceptuará como tiempo extraordinario. La duración de las jornadas nocturna y mixta se reducirá partiendo de los topes anteriores.

Por último, estas reformas van encaminadas a asegurar que los salarios serán fijados anualmente por una Comisión especial y no podrán ser inferiores a siete salarios mínimos generales vigentes en el Distrito Federal.