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Al concluir este 18 de enero la tregua electoral dictada por el IFE, los candidatos presidenciales y los partidos políticos deben cuidar ante todo al país, la unidad nacional y la estabilidad económica, sobre todo conducirse con ética política porque el 2006 será un año de riesgos para el buen desarrollo de los mexicanos.

Así lo señaló el coordinador del Grupo Parlamentario de Convergencia, Jesús Martínez Álvarez, quien agregó que los aspirantes presidenciales deben apostar por la integración nacional y no por la polarización, contribuir al fortalecimiento institucional del IFE y no a su debilitamiento.

Martínez Álvarez destacó la necesidad de que los candidatos privilegien sus propias propuestas en lugar de descalificar las de los demás, y no prometer en el vacío ni que se sientan inventores del futuro de México, por el contrario, dijo, se deben manifestar con seriedad en cuanto a cómo transformar la realidad para el bien del país.

“Los partidos políticos deben conducirse como lo que son: entidades de interés público y no como parcelas patrimoniales, grupales o familiares. Además tienen que estar a la altura de las necesidades del país y de sus aspiraciones de una democracia madura y eficiente”, señaló.

El líder de los diputados de Convergencia dijo que a pesar de que el escenario político de 2006 es una gran interrogante, es a la vez una oportunidad para convertir los buenos deseos en exigencias de ética política que pueden traducirse en compromisos de todos los actores de la contienda electoral.

“El 2006 es una gran interrogante. Pero no es una pregunta que deban contestar ni el destino ni la fatalidad, sino cada uno de nosotros: gobierno, autoridades electorales, partidos políticos, candidatos, medios de comunicación, electores y la sociedad en general”, dijo.

Entre las exigencias que el legislador consideró se encuentran aquellas que piden al Instituto Federal Electoral (IFE) imparcialidad para así fortalecer su autoridad mediante el adecuado ejercicio de ésta y crear una percepción pública de confianza y credibilidad.

Asimismo se pronunció porque la labor del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se conduzca con apego a derecho y resuelva sobre bases jurídicas las eventuales inconformidades.

En entrevista, el diputado también instó a los medios de comunicación a no creerse el cuarto poder, sino que mejor se asuman como vigilantes del ejercicio del poder.

De igual forma, pidió al gobierno federal y gobiernos estatales a que den muestras palpables de su respeto por el curso del proceso electoral, resistiéndose a la tentación de usar los recursos públicos de acuerdo a sus intereses.

“Que los programas sociales a su cargo no se conviertan en instrumentos coercitivos del voto y que se abstengan de querer captar los sufragios con acciones que son su obligación y que no son dádiva alguna”, finalizó.