• Se registran medio millón de embarazos anuales en adolescentes

De los 5.5 millones de madres que viven sin pareja en México, alrededor de 900 mil son solteras, las cuales carecen de medios legales para hacer obligatorias las pruebas genéticas de paternidad, en los casos en que el progenitor se rehúse a reconocerla.

Así lo señaló la diputada Rebeca Godínez y Bravo (PRI), quien abundó que la problemática de madres solteras ha alcanzado proporciones alarmantes en las adolescentes con aproximadamente medio millón de embarazos anuales; de estos casos se estima que 390 mil llegan al término.

Según estadísticas del INEGI, a nivel nacional, 385 mil 655 adolescentes tienen un hijo; 107 mil 519, dos; 19 mil 492, tres; cinco mil 38, cuatro, dijo.

Afirmó que las madres solteras se ven constreñidas a afrontar una tortuosa batalla legal para que la paternidad pueda ser declarada o bien encarar solas las responsabilidades que deben ser compartidas con el progenitor.

Advirtió que es grave que México como parte de la Convención sobre Derechos del Niño, no incorpore su contenido a la legislación nacional, para consagrar el derecho de los niños a conocer a sus padres.

Indicó que dicho incumplimiento deja a nuestro país en una situación de ilegalidad internacional y, lo que es peor, coloca en una situación de vulnerabilidad y deterioro a madres solteras e hijos no reconocidos, contada la cauda de consecuencias indeseables que no cesan de acrecentarse.

De ahí que presentó una iniciativa de reformas a la Ley General de Salud para que Secretaría del ramo, en concurrencia con las dependencias homólogas de las entidades federativas, disponga de lo necesario para practicar la prueba de paternidad por medios genéticos, que sería obligatoria en los juicios que se promuevan para investigarla o declararla.

Asimismo plantea cambios a la Ley para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes para establecer la obligatoriedad de la prueba genética en los casos de la filiación extramatrimonial, como parte del derecho a la identidad.

La reforma que se propone atiende el problema de la difícil y en ocasiones inexistente paternidad para todos los hijos que no se encuentran al amparo de una filiación matrimonial.

El establecimiento de las pruebas genéticas de paternidad como obligatorias en los casos antes mencionados, contribuiría de manera determinante a la constitución cierta y biológicamente fidedigna de vínculos de parentesco, a fin de corresponsabilizar al padre y prevenir carencias que las madres soteras tienen que asumir, subrayó.

Aclaró que la iniciativa plantea la institución de pruebas obligatorias pero no de manera indiscriminada, sino que limita su operación a los supuestos de ausencia del vínculo conyugal, en el entendido que para el caso del matrimonio las leyes establecen una filiación que opera automáticamente y no debe ser trastocada por la reforma, para evitar crear situación de tensión y conflicto en las familias biparentales.

La diputada manifestó que los legisladores no pueden ser indiferentes a esta proliferación silenciosa de familias desprovistas de figura paterna, en las que además se carece de medios legales y probatorios para establecer inequívocamente la paternidad con toda la cauda de obligaciones que nacerían a favor del hijo.