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• Se presentó iniciativa que modifica el artículo 194 del Cofipe para este fin

A fin de que en las próximas elecciones federales haya facilidades para que las personas con capacidades diferentes puedan trasladarse a las casillas, y existan accesos y condiciones mínimas y de esa manera ejerzan su derecho a votar, ya que les resulta casi imposible, el diputado Jorge Legorrtea Ordorica (PVEM), presentó una iniciativa que reforma el artículo 194 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Con estas modificaciones se propone que los centros de votación cuenten con un acceso especial para electores en sillas de ruedas, así como los que tienen dificultades al caminar; iluminación especial; instrucciones en cintas de audio; uso de aparatos con textos grabados y sitios exclusivos para invidentes.

Señala el documento, que los requerimientos los establecerá y se encargará de verificarlos el Instituto Federal Electoral y la autoridad correspondiente en materia de atención a este grupo de personas.

En la exposición de motivos, el diputado Legorreta reconoce que la escasa participación de las personas con capacidades diferentes en la vida política y ciudadana tiene que ver, en parte, con las múltiples barreras técnicas que deben sortear para acceder a ello. Estas son situaciones que terminan imposibilitando su verdadera integración como ciudadanos sujetos de obligaciones y derechos.

Otro propósito es disminuir los niveles de abstencionismo, que en las elecciones de 2000 alcanzó el 36 por ciento y que representa más de 21 millones de electores acordes con la realidad mexicana.

Destacó que la democracia tiene su origen en la participación ciudadana, y nuestro país tiene un padrón electoral amplio e importante, que se estima para las próximas elecciones federales de 2006 en casi 70 millones de electores.

Asimismo, exige a las autoridades correspondientes, apoyadas en una legislación responsable, velar por el establecimiento y la prestación de servicios en apoyo a este grupo de personas, y así aumenten su participación en la vida política y social, para que ejercer plenamente sus derechos.

El derecho a votar se confiere a todas las personas que cumplen con los requisitos legales para ser electores y, frecuentemente una mala selección de los sitios de votación o una limitada disponibilidad de inmuebles adecuados terminan por convertirse en elementos discriminatorios contra personas enfermas o con capacidades diferentes.

Subraya que no es posible que un elector no emita su voto por la simple razón de que no está en condiciones de subir los escalones que conducen al sitio de votación.

De igual forma, explica que se debe consolidar la democracia, y lograr una labor más especifica en materia legislativa para garantizar el verdadero voto universal.

El texto añade que los partidos políticos deberán tomar conciencia con el objeto de que la legislación electoral tenga una respuesta favorable para los casi un millón 600 mil votantes con capacidades diferentes, que ya están registrados en el padrón electoral.

Refiere que para las personas con capacidades diferentes puedan gozar de sus derechos y obligaciones como ciudadanos se incluyan programas de acción y que el entorno físico sea accesible, así como adoptar medidas para garantizar el accesos a la información y la comunicación.