Favor de utilizar de domingo para lunes
• Las pequeñas y medianas empresas generan el 52 por ciento del PIB y 71 por ciento del empleo nacional

A la fecha, México tiene firmados 12 tratados comerciales con 43 naciones, que lo convierten en el único territorio con acceso preferencial a las economías más poderosas y competitivas del mundo.

En nuestro país hay tres millones de empresas, de las cuales el 99.7 por ciento son micro, pequeñas y medianas (Mipyme), que generan el 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y 71 por ciento del empleo a nivel nacional.

Ante ello, las empresas mexicanas se enfrentan a una fuerte competencia internacional, que las obliga a trabajar con mayor eficiencia y adoptar estrategias dirigidas a un mercado globalizado.

Por lo anterior, los diputados Manuel López Villarreal y Guillermo Tamborrel Suárez (PAN) presentaron iniciativa para adicionar un párrafo al artículo 2 de la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, con el objeto de que el Presupuesto de Egresos de la Federación destinado a este rubro no sea inferior, en términos reales, al autorizado en el ejercicio fiscal anterior.

Dicha ley busca promover el desarrollo económico nacional a través del fomento a la creación de Mipyme y el apoyo para su viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad, que consolide las leyes del sector empresarial y asegure su aplicación a largo plazo.

De tal manera, este ordenamiento reconoce el papel fundamental que juegan tales empresas en el crecimiento y desarrollo económico del país; asimismo, trata de fortalecer e impulsar a las industrias en los mercados internacionales con altos niveles competitivos.

Tanto los gobiernos como las industrias nacionales buscan impulsar políticas y parámetros que eleven y extiendan las ventajas competitivas. En ocasiones éstas han sido superadas porque la mano de obra, la dotación de recursos naturales y la posición geográfica del país ya no son suficientes para competir.

Hoy en día la competitividad juega un papel fundamental en el crecimiento económico de cualquier nación, debido a que de este factor depende su rentabilidad, situación que se refleja en el bienestar de la sociedad.

A nivel empresarial, la única forma de crear y mantener el nivel de competencia es a través de la innovación del producto, así como las condiciones técnicas de comercialización.

Es ineludible canalizar más recursos que apoyen la actividad empresarial, como factor detonante de la reactivación en el mercado interno, que fomenten la inversión, generación de empleos y, en consecuencia, una mayor y mejor producción.

La inversión en las Mipyme es la opción más viable para generar y distribuir la riqueza, así como para crear empleos de acuerdo a la demanda nacional, agrega la iniciativa.

El crecimiento de éstas es una responsabilidad compartida entre el Ejecutivo y Legislativo, por lo que es necesario se conviertan en los principales promotores de la actividad empresarial, aportando estructuras, instrumentos y recursos básicos, concluye el documento.