• El diputado Heliodoro Díaz Escárraga inauguró el Foro de Análisis de Sustentabilidad del Agua en la Frontera
• El legislador Ramírez Pineda calificó de “malinchismo gubernamental” el quitar agua a mexicanos para entregarla a Texas

Heliodoro Díaz Escárraga, vicepresidente de la Cámara de Diputados, dijo que es necesario un compromiso nacionalista para afrontar el complejo problema del agua en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos.

Al inaugurar el Foro de Análisis de Sustentabilidad del Agua en la Frontera añadió que estamos ante los retos que presenta un Tratado sobre distribución de Aguas Internacionales, suscrito hace más de 60 años, en donde las relaciones con Estados Unidos estaban en su mejor momento por la coyuntura internacional y las condiciones de nuestro país y de ese punto ahora nuestras relaciones se han deteriorado.

Señaló que los mexicanos hemos sido producto de sinsabores y agravios que en este momento no nos ubican en la mejor posición y relación con nuestro vecino del norte, por lo que se requiere un compromiso nacionalista de defensa de nuestros recursos y de los principios en materia de seguridad nacional, como lo representa el bien necesario para nuestro desarrollo sustentable.

Enfatizó que se requiere la voluntad política y la coordinación de esfuerzos entre expertos, gobierno y el Poder Legislativo para plantear una alternativa, con visión de futuro.

En tanto, el diputado Fernando Ulises Adame, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, indicó que el citado acuerdo es ventajoso en términos de volumen, pero desventajoso en términos de respeto. Refirió que México utiliza el volumen del agua que se nos da por el Río Colorado, y aporta otro por el Río Bravo y, sin embargo, la relación en ocasiones es tensa, tanto que se solicitan indemnizaciones por supuestas pérdidas.

Advirtió que “el agua en la frontera es un asunto que ahora parece ríspido pero que seguramente en alguno años será coyuntural para la relación entre México y Estados Unidos”.

El tema del agua habrá de ser causa de disputa entre pueblos hermanos y antes de que eso suceda es necesario llegar a un acuerdo entre los estados del norte, para que el uso del vital líquido sea eficiente y se dé en los términos de máxima cordialidad.

Mencionó que el gobierno de Estados Unidos se prepara para revestir el Canal Todo Americano más allá de cualquier acuerdo y el material para la construcción de ese proyecto está saliendo del territorio mexicano, “es decir se construirá un canal que nos afecta con material nacional”.

Pidió elaborar un manifiesto que plasme la postura de los mexicanos, y que la Cancillería tome con fuerza la demanda de esa parte del patrimonio de los mexicanos, que México se defienda hasta las últimas consecuencias porque es un recurso que no sólo pertenece a esta generación sino a las siguientes.

El diputado Luis Antonio Ramírez Pineda (PRI) señaló que el gobierno de México ha pretendido atender los reclamos exagerados de los estadounidenses, por encima de los términos fijados en el Tratado, ignorando nuestras reservas de agua que están en los niveles más bajos de su historia.

Preguntó “cómo explicar a los compañeros del Distrito de Riego 25 del Bajo Río Bravo, este malinchismo gubernamental que les quita el agua indispensable para vivir, y entregarla a los texanos sin ninguna razón jurídica válida y con total menosprecio de la obligación de cualquier gobierno de velar, primero que nada, por los intereses nacionales, especialmente cuando le asiste la fuerza legal del propio Tratado”.

Enfatizó que es imperativo revisar y renegociar el Tratado para que quede claro que bajo condiciones de sequía, no estamos obligados a pagar un volumen de agua que ponga en peligro las necesidades de nuestros agricultores.

Añadió que hace falta una actitud gubernamental nacionalista y menos proclive a las concesiones entreguistas. Se tiene que negociar un protocolo adicional al Tratado de 1944, que se ajuste a las sequías prolongadas y severas, que considere la demanda de la cuenca del Río Bravo y comprometa al vecino en un plan compartido destinado a mejorar la infraestructura hidráulica.

En tanto, Polioptro Martínez Austria, gerente de Asuntos Fronterizos de la Comisión Nacional del Agua, advirtió que si no tenemos una relación binacional que nos garantice el manejo de manera equitativa conforme a los tratados que tenemos firmados, el recurso se puede convertir en una limitante para el desarrollo.

Subrayó que en la medida que los recursos hidráulicos se vuelven escasos no basta la ciencia y la técnica, es necesaria la participación de los usuarios, los Poderes y los gobiernos de los diferentes niveles.

En su intervención, Jorge Galo Medina en representación de la Universidad Autónoma Agraria, “Antonio Narro”, destacó que las obras del Canal Todo Americano afectarán gravemente a las zonas metropolitanas de Tijuana, Mexicali y San Luis Río Colorado, por lo que es importante buscar soluciones antes de que este problema sea irreversible.

Finalmente, Arturo Barrio González, director de Asuntos Fronterizos de América del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, coincidió en que el Tratado de 1944 enfrenta retos importantes, debido a los cambios en la disponibilidad de los recursos hídricos en la frontera y el crecimiento de la demanda generada por una región de intensa actividad económica. Precisó que tal es el caso del Río Bravo donde en los últimos diez años las condiciones de escasez han sido severas.