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Bajo la hipótesis de que las personas con capacidades diferentes deben disfrutar de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, ante el pleno de la cámara de Diputados, la diputada Amalín Yabur Elías (PRI) presentó iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de las Personas con Discapacidad.

Las modificaciones van encaminadas a garantizar el acceso a los lugares, alojamientos, establecimientos, locales y transportes públicos a todas las personas con discapacidad que vayan acompañadas de perros guía.

Esto en base a que el acceso de estos animales a los sitios mencionados suponga para su usuario ningún costo adicional, salvo que tal gasto constituya la prestación de un servicio específico económicamente evaluable.

Desafortunadamente, cuando una persona con discapacidad visual desea integrarse educativa o laboralmente, se enfrenta a la problemática de que su desplazamiento no es fácil, ante ello, un importante número de personas invidentes tienen en los perros guía una alternativa para su movilidad.

No obstante, la educación de la sociedad mexicana carece del conocimiento básico y la sensibilidad con respecto de lo que es un perro guía y de la ayuda que éstos prestan a las personas ciegas, ya que las consideran mascotas, cuando en realidad otorgan un servicio.

Una persona discapacitada acompañada de su perro se relaciona más, se comunica más y desarrolla una vida social mayor cuando está con su compañero, agrega la iniciativa.

Por lo tanto, estos animales deben acompañar a sus dueños al cine, al teatro, a las tiendas, tener libre acceso a edificios públicos o privados, a los medios de transporte, pero la mayoría de las veces se les impide el paso y esta falta de sensibilidad hace necesaria la existencia una legislación que lo regule.

A pesar de los esfuerzos legislativos en materia de equidad, justicia social, equiparación de oportunidades, reconocimiento de las diferencias, dignidad, integración, respeto y accesibilidad, el verdadero propósito de tales leyes concluyó, en algunos aspectos, con normas rígidas y excesivamente restrictivas; sobre todo en sentido del empleo de perros en auxilio de personas con debilidad visual.

Lo anterior justifica la necesidad de superar el actual marco normativo y establecer uno nuevo, que dé protección a todos los perros de asistencia, lo que supondrá un paso más hacia la consecución del objetivo que deben inspirar las actuaciones de los poderes públicos en el campo de servicios sociales.

Por ello, la iniciativa pretende reformar los requisitos exigidos para el reconocimiento de la condición de perro de asistencia, el derecho de las personas que vayan acompañadas de ellos al libre acceso y permanencia en cualquier lugar, establecimiento y transporte público.